martes, 28 de septiembre de 2010

Armando

Aquí, bajo este cielo, sobre esta tierra tropical y fértil me atrevo a inventar historias para contarle a Armando Yero La O, -Nené, para Cristina, esa mujer toda ternura y de mirada dulce como el guarapo de la esquina- por ejemplo, que desde lo más profundo de mi subconsciente este día guarda una alegría indescriptible para mis vecinos.
Y no es solo, colega, por tus 55 años bien cumplidos ni por la importancia de tu existencia, ni por la vitalidad de tus manos unidas a otras manos en el barrio; sino, también, por la organización que le nació a Cuba, justamente el 28 de septiembre de 1960, hace ya medio siglo.
Centinela de tu risa los Comités de Defensa de la Revolución llegaron desde las mismísimas entrañas de las cuadras para cuidarnos el sueño, desafiando pobrezas, esgrimiendo voluntades contra los incrédulos, los malos augurios, los sin entusiasmo, mezclando su sangre, reciclando lo inservible ... alfareros de tu tiempo, que es nuestro tiempo con Fidel.
Yo contaba entonces con cinco meses de nacida y mi padre se convirtió en el primer presidente de los CDR en Calle Siete. Por eso hoy, amigo, puede ser el mejor testimonio de un día en el que andamos todos con la victoria colgándonos del cuello, el testimonio de la vida que nos espera detrás de cada amanecer.