Desde que el mundo es mundo ha existido la preocupación por el envejecimiento del hombre, fíjese que ya desde la comunidad primitiva las personas de más edad se encargaban de la toma de decisiones y consejos para el resto de la familia; pero Victorino López Martínez, con 72 años de edad, no se detiene en detalles como ese.
Por estos días, cuando su presión arterial casi le revienta la caja toráxica burló a la muerte, y también a quienes en susurros, y de boca en boca, le habían privado de la vida: ”Se llevaron grave a Victorino”, “Se murió”, “Y ahora qué será de la viuda”, “Pobre Mireya”, “Qué se va a hacer esa mujer?”, “Ni un hijo”,
“Dónde lo van a velar?”, “Será en Guisa, porque él es de allá”…
Pero de repente alguien trajo al barrio una noticia actualizada: “No se ha muerto Victorino, está en la sala de terapia intensiva del Hospital provincial clínico quirúrgico docente Carlos Manuel de Céspedes”, (del municipio de Bayamo).
“Lo cierto es que estuve tres días ingresado por una cardiopatía severa y no me faltó nada para recibir los cuidados con amor, tecnología, y sin pagar ni un centavo. Aquí estoy vivito por la ayuda, apoyo de los vecinos, y el tratamiento médico de calidad.”
Ahora mismo lo dejé en el consultorio médico de la familia, un programa de atención primaria iniciado en Cuba, en 1984, con el objetivo de acercar los servicios de Salud a la comunidad y sobre todo con un elevado sentido de prevención.
viernes, 18 de diciembre de 2009
jueves, 17 de diciembre de 2009
Yuri
Yuri está de vacaciones. Esta es la segunda vez que viene de Venezuela este técnico medio en Laboratorio clínico y estudiante de cuarto año de Licenciatura en Tecnología de la Salud,que presta su colaboración en ese país desde agosto del 2007.
“Siento no solo satisfacción por el sentido de solidaridad y responsabilidad que entraña ser protagonista de un hecho como este en el que uno aporta y recibe a cambio el agradecimiento de la gente humilde, que a veces necesita una señal de que hay esperanzas.
"Cuba, por su parte, puede darse el lujo de asumir una actitud altruista como esta porque innegablemente tiene muy bien estructurado su Sistema de Salud.
“Y hay algo muy importante.A través de esa magia producida por los contrastes e individualidades de las personas que requieren de nuestros servicios también he aprendido a ser más coherente conmigo mismo, a abrir más los ojos, el corazón, a descubrir las cualidades de los demás y, por supuesto, a ser mejor persona.”
“Se nos ha hecho hombre en un abrir y cerrar de ojos”, coinciden los vecinos de Maritza y Rogelio, los padres de Yuri Paneque Morell, ese joven alto, trigueño, de sonrisa familiar, lleno de proyectos y que despierta la admiración de sus vecinos.
Hoy este muchacho de 26 años forma parte de los más de 30 mil técnicos y profesionales cubanos del sector de la Salud que participan en la misión Barrio Adentro y enseñan que en el mundo hay mucho por explorar, aprender, ayudar y a creer en la inmensidad del amor.
Yuri, mi corazón está lleno de orgullo y de dicha, y es por ti.
“Siento no solo satisfacción por el sentido de solidaridad y responsabilidad que entraña ser protagonista de un hecho como este en el que uno aporta y recibe a cambio el agradecimiento de la gente humilde, que a veces necesita una señal de que hay esperanzas.
"Cuba, por su parte, puede darse el lujo de asumir una actitud altruista como esta porque innegablemente tiene muy bien estructurado su Sistema de Salud.
“Y hay algo muy importante.A través de esa magia producida por los contrastes e individualidades de las personas que requieren de nuestros servicios también he aprendido a ser más coherente conmigo mismo, a abrir más los ojos, el corazón, a descubrir las cualidades de los demás y, por supuesto, a ser mejor persona.”
“Se nos ha hecho hombre en un abrir y cerrar de ojos”, coinciden los vecinos de Maritza y Rogelio, los padres de Yuri Paneque Morell, ese joven alto, trigueño, de sonrisa familiar, lleno de proyectos y que despierta la admiración de sus vecinos.
Hoy este muchacho de 26 años forma parte de los más de 30 mil técnicos y profesionales cubanos del sector de la Salud que participan en la misión Barrio Adentro y enseñan que en el mundo hay mucho por explorar, aprender, ayudar y a creer en la inmensidad del amor.
Yuri, mi corazón está lleno de orgullo y de dicha, y es por ti.