Camino hacia adelante con el alma hecha jirones. Cómo puedo explicar el dolor!? Me tranquiliza ver a mis coterráneos y a Vilma, Jose, Yamiselis, Marta, Iliana, Farrell y a otros colegas y compañeros avanzar por la larga fila.
También está Esperanza. Hay catarsis colectiva!
Qué ocurrirá si continúo contemplando cómo, poco a poco, los bayameses van llegando hasta la histórica Plaza de la Patria, donde acordamos rendirle tributo al Comandante del ALBA Hugo Rafael Chávez Frías en su camino a la inmortalidad?
Siento cómo mis pulmones se quedan sin aire, un escalofrío recorre todo mi cuerpo, cierro los puños con fuerza y las flores de mi mano derecha me recuerdan que sigo viva. Miro en derredor, respiro profundamente y me invaden unos deseos inmensos de saber qué hay más allá de la muerte.
Lloro. Escucho las palabras de mi padre en Calle Siete: "No resuelves nada llorando"; lo que él no sabe es que no acabo de encontrar la fórmula mágica para arreglarlo, y llorar es lo que puedo hacer. No es mucho, pero siento que de alguna forma mis preocupaciones por el futuro de Latinoamérica se disuelven en mis pupilas y ruedan mejilla abajo.
Así, mientras intentaba caminar hasta alcanzar el horizonte y acariciar el sol, encontré la respuesta. Más allá está la vida, están Venezuela y su pueblo bajo la piel de Chávez!
Nota:
El mandatario venezolano murió el 5 de marzo del 2013, en Caracas, a causa del cáncer que estaba combatiendo desde hacía más de un año y medio.