La ortografía española confronta el siguiente problema: la carencia de uniformidad de los hablantes al articular muchas secuencias vocálicas, aun tratándose de las mismas palabras unos pronuncian las vocales consecutivas dentro de la misma sílaba y otros en sílabas distintas.
Así he leído en el libro que compré en una librería de Bayamo titulado Temas para hispanohablantes, del químico de profesión Francisco Pérez Sanfiel, quien ha dedicado parte de su preciado tiempo a revisar temas de ortografía y gramática de acuerdo con los nuevos criterios de la Real Academia Española.
Tal vez no es la obra más acabada del autor; pero no ha escapado a su olfato la formación de palabras compuestas, derivadas; conjunciones; significado de palabras de palabras de igual escritura y sonido; uso de algunas consonantes como: c, s, k, j, v, b; acentuación, uso de diferentes signos gramaticales; locuciones latinas; e, incluso, y abreviaturas, entre otras.
Calle Siete y yo quizás no alcancemos mayor interrelación que con esos pliegos de papel donde habita tanta palabra eficaz; pero cuánto placer experimentamos mientras nos adentramos en el universo del citado volumen!
Las casi 500 páginas impresas y encuadernadas poseen un hálito incomparable de seducción, incalculada por Pérez Sanfiel, aunque sí, me atrevo a asegurar, la tácita voluntad de socializar su investigación y de motivar la consulta de un libro que puede contribuir tanto a la salud del idioma como de la norma cubana.
Desde la mismísima
portada El Quijote nos invita a derribar los molinos de viento que
puedan entorpecer el mejor aprendizaje del idioma tan rápido como lo
permita la velocidad de su Rocinante.