René Keitel Olivera |
Volvió a reír y yo sonreí como una adolescente que se deja seducir mientras el joven profesor René Keitel Olivera Tamayo dibujaba con palabras lo que significó para él la versión provincial del II Festival Cubaila, en la Plaza de la Patria, de Bayamo, auspiciada por las direcciones de Deportes y Educación, en Granma.
Su voz me llevó a comprender el objetivo supremo del festival: la incorporación de practicantes a la realización de ejercicios físicos, mediante bailes tradicionales de Cuba. Bien, muy bien.
En el evento, dijo, en el que participaron dos mil 650 personas, intervinieron mil 500 alumnos de las enseñanzas Primaria, Media y Media Superior; otros 150 entre niños del programa Educa a tu hijo y círculos infantiles, discapacitados y promotores culturales, junto a mil adultos, de ellos, 500 de la tercera edad.
Y un hecho trascendente, con Renecito, como lo conoce Calle Siete, estuvieron desde el primer ensayo Ana Irma Rodríguez y Virgen Blanco, dos abuelas con más de 80 años y llenas de entusiasmo, y Magalis Guerra, una mujer operada a corazón abierto que se desprendió de las limitaciones físicas y los problemas de salud con abierta rebeldía.
Para la tercera edición ya estoy poniendo en orden mi cerebro, mis piernas y mi interés.
Ana Irma Rodríguez |
Virgen Blanco |
Magalis Guerra |