El 2015 se ha asomado al alba. Ahora mismo siento que el sol está jugando a no dejar pasar la noche... Unos 16 años antes Cinco jóvenes cubanos que luchaban contra el terrorismo desde las mismas entrañas donde se fraguaban actos que laceraban la vida de su pueblo, y también del norteamericano, fueron encarcelados injustamente.
Dos de esos muchachos, René González y Fernando González habían regresado a Cuba, pero, precisamente en diciembre del 2014, por la solidaridad y la intervención de muchas personas le devolvieron a su tierra a Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, ahí comprendí que la última nube de ese tiempo se quedó más allá de nuestras costas, donde, quizá, la luna no puede dibujar sus contornos de gris y blanco.
Los doce meses que ya comenzaron su carrera contra el tiempo están sedientos de alegría y del afán por el trabajo y las buenas costumbres, las tradiciones y la superación personal y cultural.
La provincia de Granma, regaló a sus habitantes obras de beneficio social, Bayamo, a sus naturales un Juego de las Estrellas con un impacto impresionante, además de la rememoración de la entrada de la Caravana de la victoria; y Calle Siete, que terminó el pasado año celebrando los éxitos con cerdo asado, congrí, yuca, cerveza; pero, sobre todo en familia, dándole vivas al aniversario 57 de aquel Primero de Enero.
Los 300 y tantos días venideros, nos vemos en la calle o en los versos, o en las plazas, o en las palabras de una canción que andan de prisa, o en la puesta de sol que cae en mi ventana. Nos veremos felices en este 2015.
Los 300 y tantos días venideros, nos vemos en la calle o en los versos, o en las plazas, o en las palabras de una canción que andan de prisa, o en la puesta de sol que cae en mi ventana. Nos veremos felices en este 2015.