Desde
que Juan Pablo Aguilera Torralbas, profesor de la Universidad de Holguín impartió el Taller sobre
infografías y periodismo de datos en audiovisuales, en el salón de conferencias
del periódico La Demajagua,
en Bayamo, provincia cubana de Granma, me da gusto el peso que le está dando el semanario a la publicación de este
recurso en el soporte de papel.
Con
la evolución del hombre y su desarrollo, los gráficos estadísticos, mapas,
diagramas, ilustraciones, caricaturas, representaciones figurativas, tablas o
esquemas, han ayudado a comunicar ideas, conceptos y procesos difíciles de
comprender solo con palabras.
De
hecho, actualmente, la infografía, como representación visual, herramienta
complementaria o género híbrido del periodismo contemporáneo se utiliza, en
este medio, asociada a noticias que han requerido un tratamiento profundo, como
la necesidad de combatir, por ejemplo, al mosquito de género Aedes para erradicar el dengue, el virus del zica, chikungunya u otras
enfermedades asociadas.
Aunque
queda mucho camino por andar en este sentido, no entiendo por qué si los
profesionales tienen la libertad para incorporarla, esta no es concebida
desde el mismo origen de los trabajos o proyectos.
En mi humilde modo de ver está relacionado con mayor preparación para afrontar las nuevas tecnologías de la información, porque aun cuando el periodismo de calidad continúa como imperiosa necesidad, en estos tiempos en que la velocidad y la inmediatez han adquirido mucho valor no puede apartarse de su verdadero papel de informar, analizar y ayudar a entender.
Calle
Siete se pregunta, también, ¿a quién no le llama la atención transformar cifras
y datos en hermosas infografías y gráficos estadísticos, comparativos, de
ubicación o de los que muestran el modo en que ocurrió determinado
acontecimiento para contar historias con mensajes claros, simples y de forma
elegante?