Isabel, una de mis primas que viven en La Habana ya no
viene a Bayamo, como tenía previsto, para mañana día 4, porque los vuelos con
destino al oriente cubano, quedan
cancelados hasta nuevo aviso, de acuerdo con información de la Corporación de
la Aviación Civil, como consecuencia de que esta región –ahora en fase de
alerta- sufrirá los embates del huracán Matthew.
En el aviso de ciclón tropical No.20
del Instituto de Meteorología de Cuba divulgó que el peligroso e intenso evento se mantiene con
categoría cuatro en la escala
Saffir-Simpson, de un máximo de cinco. Posee vientos máximos sostenidos de
hasta 230 kilómetros por hora, con rachas superiores, y una presión mínima
central de 945 hectoPascal.
A la medianoche de hoy, el centro de Matthew fue estimado a 14.8 grados de latitud norte y los 75.0 grados de longitud oeste,
posición que lo sitúa a unos 585 kilómetros al sur de Santiago de Cuba, a
570 kilómetros al sur de Guantánamo y aproximadamente a 510 km al
suroeste de Puerto Príncipe, Haití.
En la provincia de Granma, con
más de 835 mil habitantes, esta noche comenzarán a sentirse los vientos con
fuerza de ciclón tropical y se incrementará la lluvia, por ese motivo desde que
fue decretada la fase informativa el
Consejo de Defensa en la provincia ha adoptado un sinnúmero de medidas
para reducir los efectos del huracán.
En Bayamo, igual que en el resto de los municipios, muchos vecinos se preparan para
reducir el desastre, compraron los alimentos
de la canasta básica y acopiaron otros recursos materiales
como combustibles, velas, baterías, lámparas ...
En Calle Siete, Humberto recogió su techo de zinc y limpió
los escombros de la azotea; Santa, la amiga de Ana Ibis, mi tía, me comentó que
esta muerta de miedo; Mireya y su madre
están ahora en la casa de Mercy y Rey,
por razones de seguridad, Iliana Martín, una colega de La Demajagua, me llamó
anoche, mi madre recuerda el ciclón Flora y a mi hermana Ana Luisa se le aflojan las
piernas.
¡Ay, Alina Maillo, qué día de cumpleaños!