viernes, 29 de diciembre de 2017

Premio Bayamo para Juan Cedeño Oro



"Bayamo es una fuente inagotable de historia, de arte, desde los primeros sentimientos de nacionalidad hay que beber de la fuente, de la génesis, y, por supuesto, que las nuevas generaciones confirmen de dónde venimos, quiénes somos y hacia adónde marcha la nación cubana.
“Es el pueblo insignia en este país de los sentimientos de nacionalidad, identidad y de patriotismo, y nosotros los que trabajamos acá, desde nuestra trinchera artística, tenemos que hacer valer eso.
"No me alcanzará la vida para tributarle, porque la ciudad me ha aportado mucho, me ha obligado, no solamente en la escuela desde la infancia, la adolescencia y la juventud, sino ya como adulto, escritor, artista… a estar pendiente de la historia, como el libro que siempre debemos mantener abierto y por eso le estoy agradecido a Bayamo, a su gente, por haberme permitido reflejar en los escenarios la cotidianidad, las tradiciones, la cultura".
Así afirmó el poeta y director de espectáculo en la suroriental provincia de Granma Juan Cedeño Oro, a quien la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en este territorio, le otorgó el Premio Bayamo 2017.
El también conocido como Wanchy Tropical aseguró que el lauro es un reconocimiento a la obra de toda una vida, no solo distingue su carrera artística, sino la trascendencia de la especialidad del espectáculo musical granmense, y de hecho de la cultura del pueblo.
Cedeño Oro, por su trayectoria in crescendo como guionista, director y productor, en veladas, humor ... mediante décadas  recibió la medalla Raúl Gómez García, el Sello Laureado, máxima distinción que otorga el Sindicato Nacional de la Cultura, entre otros reconocimientos.
En sus  13 ediciones, desde el 2004 hasta el actual año, se han entregado 77  Premios  Bayamo,  49 recibidos por sobresalientes creadores y 19 en su  carácter honorífico se les ha otorgado a personalidades e instituciones. 


miércoles, 27 de diciembre de 2017

Bayamo y periodismo

Hoy, he admirado un poco más la belleza de mi Bayamo querido, municipio capital de la suroriental provincia cubana de Granma,  que, por cierto, celebró esta mañana, en la Plaza de la Revolución, la gala político-cultural por el aniversario 59 del Triunfo de Enero. 
Como amo tanto a Calle Siete, por el tiempo que le dedico a este sitio, por los amigos que tengo aquí, y también porque está por concluir el año 2017, es que puedo disponer mis energías para  contarte ahora sobre un asunto que viene dándome vueltas en la memoria afectiva y cercana.
Me refiero a la satisfacción, a lo emocionante que me resulta trabajar en el periódico La Demajagua, en su soporte de papel, esa costumbre que ha tallado la mejor formación a mis días y en la que, asimismo, encuentra cobijo la literatura, con su lírica, su narrativa, su arte de expresión verbal; pero sobre todo que va al encuentro de los lectores para estar bien ubicada en su sitio.
Lo más importante del periodismo cubano, en mi humilde modo de apreciación, radica en que sus profesionales están conscientes de que solo la objetividad, dentro de la subjetividad real que nos acompaña y que, a veces nos hace un guiño para tratar de confundirnos, y el rigor, serán primordiales ante los desafíos del futuro, mas en un momento en el que en Cuba se repiensa su modelo socioeconómico.
Sé, que el periodismo es un oficio noble, sacrificado, complejo, con identidad,  que cuenta en sus filas con personas con ansias de superación cada día para entregar a los lectores un producto de calidad y las más bellas historias de vida. 
Me siento muy orgullosa de saber que se puede hacer buen periodismo, se puede ayudar a los demás y al mismo tiempo, tener la sensación de que podemos mejorar el mundo que vivimos.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Premio Bayamo para Palacios



Cuando se habla en la capital de la suroriental provincia de Granma,  de fotografía, indudablemente recurre a nuestra memoria, no por arte de magia, sino por el alma que recogen las imágenes del fotorreportero del periódico La Demajagua, Luis Carlos Palacios Leyva, quien ha merecido el Premio Bayamo 2017, que otorga la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac),  a personas e instituciones que aportan al desarrollo social y cultural de la ciudad.
¿Quién sabe? Quizá ni él mismo,  imaginó que aquella cámara Smena, cuando era un novato en la fotografía analógica, regalada por su mami, lo llevarían a convertirse en uno de los profesionales del territorio oriental y más alla de sus fronteras de los más mínimos conceptos de la técnica fotográfica.
Con el invento soviético: apertura, velocidad y enfoque en cada impresión fueron adueñándose de los colores vivos, intensos, profundos para transformarlos en sentimiento, emoción y lenguaje.
Empero, la verdadera virtud de Palacios, o el Pala, como lo llaman los más cercanos está en resistirse a dejar escapar algún suceso, él tiene como costumbre atrapar hasta lo que pueda parecer intrascendente y convertirlo en arte, en noticia.
Entre los lauros que ha recibido destacan las medallas Raúl Gómez García y Félix Elmuza; Premio anual de fotografía David Chacón 2003, Premios anuales y provinciales de la prensa gráfica, cinco premios  en el Concurso provincial de periodismo de opinión Dania Casalí; Premio concurso Mujer de mi Ciudad, tercer lugar en 2014 y primer premio en 2016.
Bayamo le corre por las venas, por eso Calle Siete lo encuentra en cualquier esquina del municipio cámara en ristre y presto para apretar el obturador cuando menos usted lo espera.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Sara y su premio de economía

Hace solo unos minutos he conocido que la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (Anec), en la suroriental provincia de Granma entregó los premios del concurso de periodismo económico 2017.
¡Qué alegría, hay tantas  y excelentes historias que contar en materia de ciencia, esperando que las identifiquen, las evalúen, y reflexionen sobre ellas para que la sociedad esté mejor informada! 
Me enorgullece sobremanera que   entre los galardonados obtuvo premio, en prensa escrita, Sara Sariol Sosa, de la editorial La Demajagua, por el artículo Desarrollo turístico en Granma, un proyecto en coche.
Este material de economía, específicamente, tiene que ver demasiado con el turismo, la identidad del territorio, y por consiguiente, con nuestra cultura, o acaso no hay que trabajar temas de interés público?
Sara, Calle Siete está convencida, una periodista de significativa trayectoria, dedicada al periodismo crítico, comprometido, conoce la trascendencia del tema para el mejoramiento de la vida de todos,  por eso busca la información, la investiga, la elabora, y la publica con profesionalidad.
Ella, aun cuando siempre sabe cómo atrapar la noticia, nos ayuda a tener  memoria de muchísimos acontecimientos que han marcado a este territorio oriental y con dedicación, además de los innegables resultados, reafirma la necesidad de que el periodismo sea premiado. 
Los premios, que también alcanzaron Manuel Lauredo Román, reportero de la emisora Radio Bayamo, con el comentario Los inventarios ociosos o de lento movimiento, y Juan Luis Aldana Muñiz, del telecentro Portada Visión, del municipio costero de Niquero, con el comentario La zafra, un enigma por resolver constituyen, sin duda alguna, la fuerza de inspiración, estímulo y la certeza de la importancia  del periodismo para transformarnos, cambiar lo que debe ser cambiado y palpar con sensibilidad lo que puede  mejorarse.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Elecciones en segunda vuelta

Hubiera preferido la definición de mi delegada desde la primera vuelta, el  26 de noviembre; pero no resultó de ese modo en la circunscripción 132, del reparto El Valle, en Bayamo, municipio capital de la suroriental provincia de Granma... pero lo comprendo.
Es difícil elegir en Cuba de entre nuestros mejores vecinos, aunque yo prefiera a Bárbara Maceda Zamora -quien ha sido reelegida ya en tres mandatos anteriores-, al delegado que nos representará en las Asambleas municipales del Poder Popular. Por eso hoy estamos en la segunda vuelta.
Ahora lo tengo más claro, en Calle Siete hay razones suficientes para votar por el mejor, por su capacidad,  respuestas y soluciones a los planteamientos de los electores. Nuevamente el colegio abrirá a las 7:00 de la mañana y cerrará a las 6:00 de la tarde, si no hay imprevistos. 
Ya, desde hace una semana  en el barrio hemos comentado que lo mejor es asistir temprano y votar bien para que nuestra elección decida. Y lo más importante es que asiste la familia completa, la mía no. 
Empero las autoridades electorales asisten con los niños de la Organización de Pioneros José Martí como guardianes de los votos de mis padres, que no pueden trasladarse hasta la Calle 3. Así que si me lo permiten los dejo un momento y voy a votar.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Bayamo en elecciones










Entre mis manos y las suyas apenas había cinco minutos de silencio; empero, Mercedes Rivero (Mercy) la hija  de Rodolfo,  mi vecino de Calle Siete, sintió todas las palabras que no pronunciamos  en voz alta y respaldan hoy en Cuba más de ocho millones de personas, mayores de 16 años, de acuerdo con la Ley Electoral, como una necesidad para el presente y el futuro de la Mayor de las Antillas.
No se trata de un caso aislado, sino que sucede en todos los colegios más de 24 mil, abiertos de las 7:00 de la mañana –cerrarán a las 6:00 de la tarde-, apoyados por alrededor de 200 mil autoridades electorales  a lo largo y ancho del país, porque se trata de la elección de delegados a las Asambleas municipales del Poder Popular.
Lisandra Rondón, la vecina de los altos y yo que pertenecemos a la circunscripción 132, en el municipio de Bayamo, capital de la suroriental provincia de Granma, llegamos temprano a ejercer el  derecho que nos da la Constitución de la República y ya había una fila en el colegio No.1, que radica en la Calle 3, entre 10 y 12, del reparto El Valle.
Hay muchos colaboradores, jóvenes de la Enseñanza Media, y de la Federación Estudiantil Universitaria, de la Federación de Mujeres Cubanas, de los Comités de Defensa de la Revolución y la Organización de Pioneros José Martí.
¡Qué hermoso! Allí estaban la Bandera de la estrella solitaria y el Escudo. Mientras dejaba caer la boleta, entre mis manos y las manos de las niñas que custodiaban la urna se escuchaba perfectamente: ¡Votó!