Su
nombre es Mercedes Chávez Remón, una mujer que acaba de cumplir 60 años de edad y tiene
bien claro que si hay algo enriquecedor en su vida
es continuar sumando números a
sus 40, como formadora de niños en Bayamo,
municipio capital de la suroriental provincia de Granma, en Cuba.
A
su vez, la Máster en Pedagogía, puede dar testimonio de lo que es su vida, de
lo que ha logrado, de lo que ha aprendido, mientras colabora en alcanzar el
máximo desarrollo de los niños en lo intelectual, lo afectivo-emocional, lo motriz,
los valores, las actitudes, la conducta y en lo físico.
Desde el
círculo infantil Pétalos en flor, en el reparto Marianao, también conocido como Manopla,
la seño Mercy se ve sorprendida por los grandes cambios intelectuales,
sociales y cognitivos que los ayudarán a explorar y a entender
su nuevo mundo en una etapa en la que los
niños siguen instrucciones de dos o tres pasos, ordenan objetos por su forma o
color y asumen roles expresando así sus interioridades.
Ella está convencida de que estos años han significado ganar en experiencia y pulir los miedos, "sentirnos más libres y seguras de nuestros sueños", aun cuando en los recuerdos más recónditos de la memoria guarde ausencias biológicas y físicas, recompensadas con el amor de los niños.
Ella está convencida de que estos años han significado ganar en experiencia y pulir los miedos, "sentirnos más libres y seguras de nuestros sueños", aun cuando en los recuerdos más recónditos de la memoria guarde ausencias biológicas y físicas, recompensadas con el amor de los niños.
Educadora de
brillante desempeño ama verlos dormir en catres, comer sin ayuda, atarse los
zapatos, aprender canciones, poesías y realizar acciones elementales que dan
cierto grado de independencia y constituyen, al mismo tiempo, un período de
evolución, no solo para el
personal calificado sino, también, para la familia.
La primera vez
que Calle Siete la vio alabó la dedicación,
la ejemplaridad y el desempeño diario de Mercy en la formación de los infantes en un ambiente de ternura y el
modo en el que ayuda a los padres a conocer y a orientar mejor a sus hijos.
Y no tengo dudas, cada día, la seño Mercy conquista el corazón de los niños y un poco más, lo sé porque todas las tardes, a veces cuando caminamos rumbo a la casa y otras mientras jugamos, Lia hace un recuento de lo que aprendió y hasta imita gestos, palabras y frases.
Y no tengo dudas, cada día, la seño Mercy conquista el corazón de los niños y un poco más, lo sé porque todas las tardes, a veces cuando caminamos rumbo a la casa y otras mientras jugamos, Lia hace un recuento de lo que aprendió y hasta imita gestos, palabras y frases.
Los círculos
infantiles constituyen una de las obras más hermosas, perdurables y de gran
sentido humano de la Revolución que posibilitaron la formación de los pequeños
desde edades tempranas y la incorporación de las mujeres a la vida social y laboral;
nacieron el 10 de abril de 1961. Su máximo impulsor fue el Comandante en Jefe
Fidel Castro Ruz y lo materializó Vilma Espín, entonces Presidenta de la
Federación de Mujeres Cubanas, organización que tanto apoyó a las citadas instituciones educativas.