Si yo fuera Lia, tampoco quisiera ir al Hospital docente clínico quirúrgico Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, en la suroriental provincia cubana de Granma, ni al consultorio del Médico de la familia, no obstante su misión de brindar atención médica especializada... le he comentado que, cuando esté obligada a visitar al doctor lo piense de esta forma:
Hay unas pequeñas cosas feas llamadas microbios que de alguna manera consiguen entrar en nuestro cuerpo, aun cuando no debe tener miedo porque esos profesionales, como su mami Lisandra, conocen de unas medicinas para sacarlos y saldrán corriendo, pero, para dárselas, necesitan saber qué tipos de microbios son; si no, puede suceder dos hechos de modo diferentes.
Si son las correctas esos bichitos se asustarían, si, por el contrario, resultan incorrectas dirían "no dolió, no dolió" y entonces seguiría enfermándose. ¿Vale la pena estar cansada y sentirse mal todo el tiempo? Así no dan deseos de divertirse ni de ver esos lindos muñequitos que ponen en la televisión de Cuba.
Calle Siete espera que Lia tome sus medicamentos y se lo enseñe a su muñeca Lili.