Ellos se reúnen, conversan sobre vídeos, películas, canciones; juegan dominó, parchís; van al balneario La Vega y hasta discuten del último partido de fútbol, béisbol o voli trasmitido por el sistema de la Radio o la Televisión Cubana.
En ese grupo está incluido Dariel de la Cruz Collejo, El Chino, como lo han bautizado sus amigos, un joven alto, de estatura promedio, con ojos desbordados de picardía y sonrisa familiar, que seduce por su sentido de compañerismo y disposición para colaborarle a cualquier vecino.
Y en bondad no hay quien le gane. lo he visto desprenderse de sus objetos personales para compartirlos con quienes no tienen sus mismas posibilidades.
!Chino, eres especial! Calle Siete te admira, te respeta y te ama.