martes, 23 de abril de 2013

Manzanillo

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Manzanillo, un álbum en Flickr.
Manzanillo es la ciudad más amada de las márgenes del Golfo de Guacanayabo, la mezcla de olores y sabores diversos marca la espiritualidad de su gente y enamora a quienes la visitan.
De ese embrujo no escapamos mis colegas y yo cuando, recientemente, hicimos un alto en el camino para recorrer una parte de su geografía. 
Primero hablamos con Bladimir Rodríguez Zambrano, la máxima autoridad política de uno de los municipios más importantes de la suroriental provincia cubana de Granma, quien, grosso modo, nos dejó saber un amplio programa de acciones que tienen que ver con el desarrollo agropecuario y la aplicación de la ciencia y la técnica; además  de lo que se está realizando en sectores como la construcción,  Gastronomía, Pesca, Salud y  la conserva de vegetales, entre otros.
Después, a través de Raúl Maillo Fonseca, el hermano de Alina, un amigo de la niñez -comió  cabeza de liseta y se quedó definitivamente a hacer su familia en la Ciudad del Golfo desde hace varias décadas-, conocí del importante impacto de los aires renovadores que allí se respiran.
También sobresale por sus tradiciones culturales, el son, el órgano ... posee uno de los más emblemáticos y hermosos teatros de Cuba: el Teatro Manzanillo; cuenta con uno de los tres únicos aeropuertos internacionales de la región, además de Santiago de Cuba y Holguín, y una importante marca reconocida con el Ron Pinilla.
Y en la historia, guarda en su regazo a la Demajagua, la finca donde Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, les dio la libertad a los esclavos en 1868, los llamó hermanos y los invitó a sumarse a la lucha por la independencia.
Por eso ya Calle Siete se ha  propuesto volver en breve. Yo invito!

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