Bayamo no tiene mar. En días como el de hoy me gustaría mirarlo desde la orilla para creer que lo diviso justo hasta donde se encuentra con el cielo. Esta noche no puedo escuchar el sonido de sus olas; pero imaginariamente sí contemplarlo y hasta deleitarme con la melodía de canciones como Bárbara; Ay, la vida; Batallas sobre mí; Palomas por la vida ... y otras que me recuerdan que Santiago Feliú vivirá en sus letras.
La noticia de que este miércoles el corazón le jugó una broma de mal gusto, cuando solo contaba con 51 años, me sobrecogió esta mañana mientras revisaba la red social Facebook y ha entristecido a quienes hemos seguido la trayectoria artística del joven habanero.
Del joven que bebió de la corriente musical del movimiento de la Nueva Trova e igualmente de la Novísima Trova y alternó con Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Vicente Feliú, Frank Delgado, León Gieco, Luis Eduardo Aute, Carlos Varela, Gerardo Alfonso, Kelvis Ochoa, Xiomara Laugart y Pedro Luis Ferrer. Sé que voy a extrañar sus canciones y al mismo tiempo muchos las vamos a necesitar.
Ahora mismo, estoy frente al mar de pensamientos encontrados. Cierro mis ojos y prefiero el murmullo monocorde y constante que me impide reflexionar con claridad en otra noticia que me ha helado la sangre: Es una tristeza alegre o una alegría triste? No lo sé!
Luis Carlos Frómeta Agüero, director del periódico La Demajagua, fue elegido, por mayoría de votos, como presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en Granma, en la Asamblea previa a su VIII Congreso.
Dice que en la UNEAC está la fuerza de los escritores y artistas de esta tierra. Calle Siete se atreve a asegurar que esa misma fuerza traerá mejores olas para confirmar esa especie de conexión relajada y secreta que los llevarán a crear nuevas historias y leyendas.
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