El Periodismo sigue siendo una imperiosa necesidad, mucho más en estos
tiempos en que la velocidad y la inmediatez se han convertido en los principales
valores de este oficio, alterando el compromiso de denunciar, informar, narrar,
analizar y ayudar a comprender de quienes decidieron ejercer esta profesión.
Es una labor que nos permite ser testigos para luego contar, aprender sobre
la condición humana, indagar acerca de lo que no sabemos para comprendernos y
de esta manera entender mejor la sociedad en la que vivimos, mientras invita a vencer el acomodamiento.
En la provincia de Granma, Calle Siete conoce a muchas personalidades del Periodismo a las que reverencia, pero hoy, precisamente cuando Cuba celebra el Día de la prensa mientras recuerda aquel 14 de marzo de 1892, fecha en la que José Martí fundó el periódico Patria, prefiero dejarles las palabras de Marisela Presa Sagué, una profesional de altos quilates de CMKX Radio Bayamo, quien acaba de recibir el premio Rubén Castillo Ramos, Por la obra de la vida 2016:
Es sumamente difícil hablar en una ocasión como esta.
Aún me traicionan los nervios cuando avanzo hacia
una nueva cobertura, pero luego, en el quehacer de la tarea disfruto y vivo
esta profesión acorde con mi temperamento, a mi sed de hacer y a mi obstinada
insistencia, que no siempre soy capaz de controlar.
Aquí en esta ciudad (Bayamo), que me ha acogido
también como suya he dejado mis huellas en sus calles detrás de las noticias,
en amaneceres brillantes, en difíciles y duros días de apagones, en noches y
madrugadas de huracanes, cuando el viento y la lluvia obligan a todos a
guardarse en sus casas.
He disfrutado el sabor de la primera vez de los
más significativos acontecimientos de los últimos 40 años en esta provincia (de
Granma), he estado en sus actos, en sus llantos, en sus homenajes y en sus
compromisos, fundiendo mi pasión con el periodismo y la necesidad de que un
pueblo conozca el porqué de nuestro empeño de hacer de ésta una mejor sociedad.
Pero reitero que este es un momento realmente
complejo. El hombre siempre se niega a los reconocimientos y a los homenajes
porque lo más importante es lo que se hace en el camino, cuando las demandas
impelen y sabemos que en cada paso hay un gesto y una acción dedicada al
mejoramiento de los demás.
Alguien dijo con mucha razón que no se trata de
recibir homenajes, sino de merecerlos.
No creo merecerlo, pero sí creo en los
compromisos que tenemos con los demás y con nuestro tiempo, por eso lo recibo
en nombre de todos mis compañeros y de la institución que durante tantos años
he representado, con entrega y con mucho cariño.
El ejercicio del periodismo, al que dedicó nuestro
José Martí todo lo mejor de corta y fructífera vida, fue el arma mejor para su
lucha.
El pensamiento social y político cubano nació de
aquellos padres fundadores, que desde una cultura universal humanista, fueron
capaces de ejercer una práctica de socialización de las ideas contestatarias.
El periodismo fue el espacio fundamental para la
defensa y socialización de las ideas, de ahí nació lo mejor del pensamiento
social y político cubano.
Pero lo importe es saber que sus mensajes eran profundamente éticos. Fue la ética lo que realmente nos ha quedado de aquellas jornadas fundacionales.
Por eso el legado que hemos recibido los periodistas cubanos ha sido y es el ejercicio ético de esta hermosa, difícil y comprometida profesión.
Pero lo importe es saber que sus mensajes eran profundamente éticos. Fue la ética lo que realmente nos ha quedado de aquellas jornadas fundacionales.
Por eso el legado que hemos recibido los periodistas cubanos ha sido y es el ejercicio ético de esta hermosa, difícil y comprometida profesión.
Cuando llegado el momento de organizar la guerra
que llamó Necesaria fundó un Partido, pero creó también un instrumento
necesario para la concientización de los objetivos de su lucha. Y lo llamó
soldado porque debía estar en la primera trinchera, en la primera línea de
combate.
Hoy también nuestros órganos y nuestros medios
son soldados y nosotros servidores comprometidos de ideas y de principios.
Que este premio “Por la obra de toda la vida” se
llame Rubén Castillo Ramos, tiene un especial significado. Rubén fue un
periodista de pluma y machete. De esos que dejan la piel en el camino en pos de
la verdad y la objetividad. Pero fue también un periodista comprometido, porque
fue siempre un revolucionario consecuente que escribió historia pero que
también hizo historia.
Por eso hoy al recibir de mis compañeros, de mis
amigos de mis hermanos de profesión y de desvelos este reconocimiento estamos
también homenajeando a los con tanta pasión se han dedicado en esta tierra al
periodismo y claro está, con todo su ser a la Revolución.
Agradezco por tanto a los que me propusieron y a
los que me otorgaron este reconocimiento, que sabré seguir mereciendo, porque
en esta profesión no se descasa si uno está comprometido, y se lo dedico a mi
mami, que con sus casi 90 años hoy me acompaña y me reconoce y sabe que cuanto
hago, día a día, es con puro amor.
Gracias
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