No puedo callarme. No puedo, no, cuando el pueblo comprende, se define, se identifica y alcanza la plenitud de la verdad de los hechos. En un acto de humildad sin límites, confianza, simbolismo y trascendencia vivo el tránsito de la presidencia de la República de Cuba de una generación a otra.
El 19 de abril, una fecha histórica porque marcó la victoria de Playa Girón y la primera gran derrota del imperialismo de Estados Unidos en América Latina vuelve a los cubanos para confirmar que la continuidad tiene un nombre: Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, quien ha sido elegido como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Cómo no perderme, junto a los comentarios de los vecinos de Calle Siete en las imágenes de la televisión cubana y en el discurso de Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido Comunista.
Pensé en Fidel mientras mi tinta marcaba las palabras para comenzar a escribir sobre la nueva realidad. ¿Está mal querer que este sentimiento de recordar a este gran hombre sea eterno?
Sabemos cómo se manifiesta el amor de un hijo por su padre, tan importante y tan inmenso como la tierra necesita del agua que cae ahora mismo sobre Bayamo, capital de la suroriental provincia de Granma.
Hoy cumple Díaz-Canel 58 años de edad y lleva sobre sus hombros el compromiso de actuar, crear y trabajar "con la gente humilde y solidaria de esta tierra".
Yo creo en ti. Completemos esta historia unidos.
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