martes, 9 de febrero de 2010

Vilma

Hoy, Vilma Güell Polanco, una excelente colega y amiga, cumple 50 años de edad. Ella, que tiene la capacidad de armar en mi mente tremendos enredos con su yo real e imaginario, me ha llevado a reflexionar sobre qué define a una mujer -claro, aparte de las diferencias sexuales, biológicas y distinciones de género, en su papel atribuido culturalmente- si es su manera de ver la vida o de sentirse parte del mundo.
En realidad, en la naturaleza de la mujer y su fuerza para afrontar la existencia hay magia y hasta misterio, por eso la pregunta gira alrededor de qué define su vida y cuánto importa la edad.
Mientras comentaba mis “preocupaciones” en la Oficina, en lo concerniente al instante preciso en el que empezamos a vivir, a entendernos a nosotras mismas, a amarnos y a sentirnos amadas, Yamiselis Jorge aseguró que la vida comienza a los 20, porque hay juventud, y el universo se hizo para los osados, aunque se cometan errores.
Iliana Martín sostuvo, con vehemencia, que a los 30, cuando la tierra está para ser conquistada.
En tanto Elisa Aguilar, dijo que a los 40, porque se tiene experiencia, madurez, y la vida fluye relajada y no se toma tan en serio.
Ah!, pero Vilma, como pocas -quisiera saber el porqué-, probablemente afirmaría que con los 50 también existe tal posibilidad… Y la verdad es que todas tienen razón, no importa la edad, ... siempre hay tiempo para comenzar, hay tiempo para el amor y para nosotras, y puede ser el tiempo más maravilloso del mundo.

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