Como sucede el tercer domingo de julio de cada año, Cuba celebró el Día de los niños, esta vez acompañado de otro acontecimiento no menos importante que también llevó la alegría no solo a los pequeños sino a adolescentes y jóvenes: cerró el X Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Temprano, Juany, mi vecina de Calle Siete, salió para el Parque Granma con Samantha, su nieta de tres años. Allí, como en otros sitios de la geografía granmense, las familias encontraron múltiples iniciativas y un amplio programa de actividades culturales, recreativas y deportivas.
Mientras los hermanos mayores dejaron escuchar sus voces, ideas y sueños en un escenario que marcaba su responsabilidad para mejorar nuestro presente y el futuro económico y social.
Mientras los hermanos mayores dejaron escuchar sus voces, ideas y sueños en un escenario que marcaba su responsabilidad para mejorar nuestro presente y el futuro económico y social.
En Bayamo, además, el parque infantil Los Caballitos y la avenida Francisco Vicente Aguilera estaban repletos, y no faltaron las golosinas que tradicionalmente hacen las delicias y constituyen una muestra de la obra de amor de muchos compatriotas que velan, en el país, por la feliz infancia de nuestros hijos, porque en Cuba nada es más importante que un niño.
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