Primero llegó Gisel García González, una colega del periódico La Demajagua, con una frase de Joaquín Sabina: “Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción", recordando la cercanía del 14 de Febrero, Día de San Valentín; después, ya no pude evitar escribir del amor, quizá por el halo invernal que envuelve a Bayamo y la lluvia que cae sobre su tierra llenando los corazones de nostalgia, alegría, melancolía, romanticismo... magia.
Dicen que el amor funciona desde que naces hasta que te enamoras, pero si ahora mismo me preguntaras el significado de la vida solo mencionaría ese sentimiento universal, y digo más, si alguien me hubiera advertido de que amaría intensamente jamás lo hubiera creído, aun cuando el amor siempre resulta recomendable.
Acaso se puede resumir mejor o en menos palabras ese sentimiento que se pasea por el mundo? No se puede sintetizar algo tan imprescindible para los seres vivos si aún estamos a tiempo para asimilarlo, porque su instinto no miente, no traiciona ... cautiva.
Puede, incluso, hallarse a alguien en un medio, una geografía, un clima hostil y encontrar la parte sensible y hasta cambiarla. Porque no es solo algo que contamos o escuchamos, a veces aparece como una imagen irreal, o como parte de un cuento muy hermoso, porque todo amor quiere convertirse en una eterna historia de amor verdadero.
Cuando lo conocí, Calle Siete creó para nosotros una imagen perfecta, por eso y desde entonces nunca más me he sentido ni podré sentirme sola.