miércoles, 17 de febrero de 2016

Historia del árbol y el rosal



Estoy acostumbrada a llegar a la casa y encontrarme con mis padres  darles un besito y preguntarles cómo les fue el día; pero este lunes me asusté un poco. Cuando pregunté por mi mamá nadie supo responderme, solo algunas llamadas por teléfono a algunos familiares me devolvieron el aliento.
Y como hace un lindo día en Bayamo, recuerdo el mal momento de ayer y también esta linda historia que ella suele contarme desde que era tan solo una niña, y quiero compartirla desde este mágico rincón que es para mí Calle Siete.
Había una vez un delicado arbusto de rosas con un árbol gigante detrás, este era muy fuerte y se burlaba de las ramas de aquel; un día sopló un viento tempestuoso, imponente, y el árbol, orgulloso le dijo al rosal:”Veamos si tu belleza puede protegerte”. El rosal no respondió nada, quedó en silencio y solo se dedicó a mirarlo.
Mientras el viento soplaba cada vez con más fuerza, el árbol se mantenía erguido; sin embargo el rosal se dobló un poco en tanto el viento aumentaba de potencia cada vez más y más, y más … hasta que el primero se rompió y cayó estrepitosamente.
Después, cuando el viento cesó, el rosal se levantó despacio, con sus lindas ramas … y así, un delicado rosal demostró que hasta  la más frágil de las criaturas puede resistir una tormenta y ver salir el sol de nuevo.
El árbol, en cambio, con toda  su fuerza y su arrogancia se volvió madera y poco a poco se secó.