martes, 18 de octubre de 2011

Cuba

Bayamo, capital de la suroriental provincia cubana de Granma, que transpira por sus adoquinadas calles romanticismo y cultura, no podría recorrer el reino de Clío ni el sentido de los diferentes grupos de hombres si no fuera por la vida de estos, su realidad e historia. Eso bien lo sabemos los bayameses y de acuerdo con esa noción se justifica que la XVII edición de la Fiesta de la Cubanía esté dedicada, además, a los afrodescendientes.
Vienen a mi memoria los distintos estudios sobre el proceso de formación  nacional, la aparición del sentimiento de patria en las comunidades criollas y la también de una conciencia de nación y de identidad. Una patria común a todos los cubanos que comienza a forjarse cuando Carlos Manuel de Céspedes libera a sus esclavos y desata la revolución abolicionista e independentista que comienza en la Demajagua el 10 de octubre de 1868.
En esa genealogía revitalizadora de la presencia de los progenitores, de los fundadores, como verdad científico-social la fusión  e integración de los elementos que nos conforman como nación tiene protagonismo  lo africano lo cual enriquece nuestro proceso histórico, diverso desde sus orígenes  y asentados en ancestrales tradiciones transplantadas a un nuevo ser que la constituye. Percepción muy bien fundamentada por don Fernando Ortiz como proceso de transculturación.
Ahora mismo 57 trabajos se debaten en el Crisol de la Nacionalidad, principal evento teórico de la Fiesta de la Cubanía, aupiciado por la Casa de la Nacionalidad Cubana, que como parte de la celebración del Día de la cultura nacional, tiene como tema central "Desde el interior del país, una interpretación de la historia nacional y fue inaugurado por el doctor Félix Julio Alfonso, con la conferencia "Las armas secretas de la historia, medio siglo de historiografía y Revolución en Cuba.
Ahí está la cubanidad, Calle Siete lo conoce, y sabe, igualmente, que el hombre se apropia de su pasado, lo recrea y lo trasciende.
Vamos a la Fiesta!

sábado, 15 de octubre de 2011

Fiesta de la Cubanía

Por estos días el alma de Cuba toda vibra en Bayamo, y esta verdad que se multiplica en mis coterráneos provoca murmullos inusitados como expresión máxima de una voz personalísima de identidad.
En este universo, no me cabe ninguna duda, tiene primacía el humanismo del arte, que en la tierra donde se cantó el Himno por primera vez -hace ya 143 años- no requiere, necesariamente de circunstancias coyunturales porque nos ha llegado, como dice Carmela, mi vecina, por información genética.
Ello explica que la XVII edición de la Fiesta de la Cubanía, que comienza el 17  hasta el 20 próximo, Día de la cultura cubana, constituya una alternativa de la cotidianidad bayamesa, con propuestas que incluyen conferencias, eventos teóricos, exposiciones de artes plásticas, ferias de artesanías, espectáculos culturales y muestras de cine, entre otras actividades bien condimentadas para la ocasión.
La cita cultural está dedicada al aniversario 20 de la Casa de la Nacionalidad Cubana y al año de los afrodescendientes, declarado por la UNESCO; y se develará en el Museo de cera de la ciudad una estatua de ese material, de Carlos Manuel de Céspedes, modelada por la familia Barrios.
Calle Siete ya está preparándose para asistir a las diferentes manifestaciones artísticas, y yo seré un poco más feliz escuchando  esa canción romántica compuesta por  Francisco Castillo Moreno, Céspedes y José Fornaris, que acelera el ritmo de mi corazón cada vez que la escucho: La Bayamesa.
LA BAYAMESA
¿No te acuerdas gentil bayamesa,
Que tu fuiste mi sol refulgente
Y risueño en tu lánguida frente
blando beso imprimí con ardor?
¿No te acuerdas que en un tiempo dichoso
Me extasié con tu pura belleza,
Y en tu seno doblé mi cabeza
Moribundo de dicha y amor?
Ven y asoma a tu reja sonriendo;
Ven y escucha amorosa mi canto;
Ven, no duermas acude a mi llanto;
Pon alivio a mi negro dolor.
Recordando las glorias pasadas
Disipemos, mi bien, las tristezas;
Y doblemos los dos la cabeza
moribundos de dicha y amor.

martes, 11 de octubre de 2011

Céspedes en la vida de Yasmanis

Mi vecino Yasmanis Hechavarría  ha pasado un día diferente. En la casa el entra y sale de amigos del mismo grupo etario hoy tiene justificación. Es que el Yasma, como le dicen cariñosamente en Calle Siete y sus alrededores está de cumpleaños, 18 años, nada más y nada menos. Una celebración bien ganada, al decir de mami Milagros, porque ya se graduó de técnico medio en Informática.
Esta mañana lo felicité temprano y me habló de la coincidencia histórica con el primer paso para la abolición de la esclavitud hace 143 años  protagonizado por el bayamés Carlos Manuel de Céspedes (18 de abril de 1819–27 de febrero de 1874), conocido también como el Padre de la Patria, cuando el 19 de octubre de 1868 les concedió la libertad a sus esclavos en su finca  Demajagua y al grito de ¡Viva Cuba Libre! los invitó a luchar por la independencia.
En el Manifiesto del Diez de Octubre daba a conocer los objetivos y las causas por las que los antiguos criollos, ahora convertidos en cubanos, se disponían a defender de forma violenta el territorio en que vivían y que ya comienzan a llamar Patria y nación.
"...Nadie ignora que España gobierna a la Isla de Cuba con un brazo de hierro ensangrentado ... que teniéndola privada de toda libertad política, civil y religiosa, sus desgraciados hijos se ven expulsados de su suelo a remotos clima o ejecutados sin formación de proceso por comisiones militares en plena paz ... la tiene privada del derecho de reunión como no sea bajo la presidencia de un jefe militar, no puede pedir remedio a sus males sin que se la trate como rebelde y no se le concede otro recurso que callar y obedecer..."
Céspedes fue Mayor General del Ejército Libertador y Primer Presidente de la República de Cuba en Armas Destituido  en 1873 se instaló en San Lorenzo, la Sierra Maestra donde, en 1874, cayó en desigual combate contra las tropas españolas.
Indudablemente Carlos Manuel de Céspedes trascendió su tiempo por su intrasigencia y porque inició un proceso revolucionario en el siglo XIX que concluyó con el triunfo de enero de 1959.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Día de las víctimas del terrorismo

Si me pidieran describir la calle donde vivo, para verla a través de mis dedos, pensaría primero en ese pedazo de vida que nos enseña a enfrentarnos cara a cara con nosotros mismos sin olvidar ni un instante el denso olor a agua dormida que recorre su geografía de punta a punta y el relieve in crescendo desde que las nubes sueltan su cargan, diariamente, hasta saturar la tierra.
Incluso, pudiera, mientras camino de una esquina a la otra para tomarme el tiempo preciso tratando de evitar el frío que recorre mi espina dorsal para anunciar que no todo anda bien, y esa preocupación aconseja construir imágenes con la palabra exacta o el mensaje elocuente, como  condición inseparable para denunciar al terrorismo, una verdad que les congela el alma a los cubanos.
La provincia de Granma, tengo que decirlo sin titubeos, tiene muchas heridas abiertas por estos días.Bayamo habla de vuelo, violencia, deporte, víctimas, huérfanos, viudas, luto, atentados, broca, muerte, criminales, asesinos,  Posada Carriles, Orlando Bosch, imperialismo, CIA, contubernio, Barbados,  guerra, dolor y todos los demás adjetivos o sustantivos que le sirvan para caracterizar acciones y consecuencias del Gobierno de Estados Unidos con respecto a, y en contra de, Cuba.
Lo cierto es que en su mirada más íntima, pensando en que mañana  se conmemora el Día de las víctimas del terrorismo de Estado, en Calle Siete no hay tiempo para la tristeza y sí para enfrentar el terrorismo en cualquiera de sus manifestaciones, e igualmente, sus vecinos denuncian la injusta prisión en cárceles norteamericanas de Cinco  de sus hijos que luchan contra ese flagelo.
Esperar duele, pero finalmente la justicia llegará.