viernes, 25 de junio de 2010

Manzanillo

¿Qué siente Manzanillo por mí? es una pregunta que no puedo responder; pero sí estoy segura de cuáles son mis sentimientos con respecto a ese municipio de la provincia de Granma, ubicado en el sudeste de Cuba y bañado por las aguas del Golfo de Guacanayabo.
Calle Siete conoce que este territorio oriental no solo guarda riquezas naturales y paisajísticas imposibles de captar en un abrir y cerrar de ojos, sino también maravilla el embrujo de su cultura, su orquesta Original, su historia, sus producciones sideromecánicas, sus baterías para autos, su glorieta morisca y sus lisetas fritas; pero sobre todo la belleza de su gente.
Y no le son suficientes personalidades de la talla de Salvador Hernández Ríos, Mayor General de Ejército Libertador; Bartolomé Masó, Mayor General yPresidente de la República en Armas; Rafael María Merchán y Pérez, escritor, periodista y diplomático; Manuel Fajardo Rivero, médico, Comandante de la Revolución, y Carlos Puebla, compositor y cantante, entre otros que han todo por esta tierra.
!Ah!, por eso cuenta con personas sencillas como Luisa Álvarez, -la elaboradora del Combinado de ostiones- una mujer con una sonrisa entre cada sílaba, ojos dulces, voz como una ola del Mar Caribe, y una disposición ilimitada para decir más de la gastronomía, en la que ha hecho historias sin tiempo.
Yo?, yo comí lisetas fritas. !Cómo no voy a amarte, Manzanillo!

domingo, 20 de junio de 2010

Papá



Quisiera que mis dedos describieran lo que mis labios no alcanzan a expresar en este Día de los padres en Cuba. ¿Cómo definir en un concepto el modo silencioso con que este hombre señala mi camino mientras hace su vida y la mía con optimismo y confianza?
Mi padre, Orlando Blanco, tiene los ojos buenos, la sabiduría de una juventud precaria y la paciencia de quien sabe alimentar a los suyos: cuatro, genéticamente hablando, y tres que le llegaron por el amor a la diosa con quien comparte dolores, alegrías, fracasos, y no juzga sus errores.
A Calle Siete no le alcanza la mirada para otear los sentimientos que este obrero, albañil de oficio y jubilado desde hace 17 años, trasmite en el hogar bayamés que levantó bloque a bloque con manos de humildad, dignidad y abnegación.
¿Te he dicho alguna vez que te amo? Papá, estoy contigo, y si en algún momento te da miedo mirar hacia delante, mira a la izquierda o a la derecha, y allí estaré, a tu lado.

jueves, 17 de junio de 2010

José Luis

´Todos los caminos no conducen a Roma sino al conocimiento”, es lo que he aprendido de un hombre del que no puedo dejar de contarte: José Luis Arévalo Reyes, el repostero; pero, vayamos despacio, porque ni yo misma puedo imaginar cuánto honra a Calle Siete hablar de los oficios.

Detrás de la filosofía de cada grano de harina manipulada por este moreno de 40 años de edad parece asentarse el ábrete sésamo de una humildad que inunda su sonrisa: "Haz solo lo que amas y serás feliz”…, y lo acuna en cada una de las delicias que prepara: pasteles o pránganas, estas últimas constituyen su especialización, con recetas que se han convertido en secreto de familia. ¿Quién se resiste a probarlas?

Yo no, y menos ahora que me ha confesado que los productos elaborados a base de harina proporcionan energía calórica, potencia, dinamismo, y mantiene al organismo funcionando como un buen reloj.

Jose, como se le conoce Bayamo y otras regiones de la geografía de la provincia de Granma y de Cuba, asido a la tabla salvadora del aprendizaje, también aprendió, de Gaudencio Güell, su suegro, el ABC de la cerrajería, y es un cerrajero de los buenos.

Y porque hace lo que ama, José Luis está benditamente condenado al éxito.