Desde hace cerca de seis meses ha habido en Darlin importantes cambios fisiológicos, metabólicos e incluso morfológico-lógicos, porque desde la mismísima fecundación del óvulo hasta la fecha esa metamorfosis ha estado encaminada a proteger, nutrir y permitir el desarrollo de lo que será su bebé.
Ella, que siempre ha sido una joven juiciosa, alegre y buena, muestra un brillo diferente desde que conoció que una nueva nueva vida se agita en su interior, un ser que espera con mucho amor, una niña deseada por todos, y no es que yo asegure su sexo, sino el ultrasonido que antecedió la consulta de genética, obligatoria en Cuba para toda embarazada.
Y no es la única consulta, durante esa etapa tan sensible para cualquier mujer, se le realizan no menos de 17 consultas y exámenes de diagnóstico para evitar malformaciones congénitas o enfermedades graves; como parte de una atención médica integral que incluye mejorar la salud reproductiva y disminuir enfermedades asociadas al embarazo.
Ha llovido y es más arduo el camino en Calle Siete ... pero no importa, esta joven viene y va orgullosa en su mirada más íntima. Me asusto por el húmedo hechizo de la lluvia ... y ella está confiada por la garantía de la salud de ella durante el embarazo hasta el parto, y de su niño cuando nazca, por eso es que solo habla de la primera vez que escuchó su corazón o de la primera patadita que le recuerda que ya no está sola.
La comprendo porque, aunque estas palabras no alcancen a reflejar todo el amor de Darlin Hechavarría Márquez por esa personita que lleva en sus entrañas, mi hijo es una de las mayores razones por las que soy feliz.