Si la noche de este martes le resultó mágica a Bayamo, se debe al embrujo de la poesía y la música, y su contribución a la diversidad creativa e innovadora al cuestionar nuestros modos de percibir e interpretar la realidad.
Por
la invitación del Décimo encuentro de saxofonistas solistas, Bayamo
2017 auspiciado por la Filial de música de la Uneac, en los jardines de
la Casa de los Escritores y Artistas de la provincia de Granma. Calle
Siete fue cómplice de asociaciones, métaforas, sonoridades y lenguaje
poético, como diálogo íntimo de comunicación artística.
Yo estuve allí y vibré con Solamente una vez interpretada por el maestro Luis Bonet Tamayo, -Premio a la a
la excelencia musical Salvador Alarcón in memoriam, Premio Bayamo,
director de Yakaré, destacado saxofonista, y presidente del comité
organizador-; además de muchas otras piezas antológicas del cancionero
de Cuba e internacional, de instrumentistas de Holguín, Camagüey, Villa
Clara y de casa.
El
llamado del saxo fue la inspiración para homenajear a personalidades
como Juan Miguel Cedeño Oro (Wanchy Tropical) y Caridad Aguilar Rosabal;
y también reconocer y promocionar tanto a los nuevos valores como a los
más experimentados se unieron vocalistas como Yudenia Manso y Zenia
Sariol.
Muchas gracias, Luisito.