En esa tarde, Calle Siete vio en el brillo de los ojos de Cándido Fabré el pensamiento de Sixta, su mamá, la ternura del amado municipio de San Luis, en Santiago, y el alma toda de Cuba coqueteando con la inspiración, la urgencia, lo inmediato, lo imperfecto... características con las cuales recrea y entrega, a través de melodías y canciones, la sensibilidad de la gente sencilla del pueblo.
Dueño de una voz personalísima Fabré parte para sus temas de lo circunstancial que habita en el cubano, vivencias y personajes comunes o novelescos para humanizar el arte por encima de lo académico, que para eso cuenta con la maestría de la calle y el destino labrado con las uñas.
Hoy debe haber encontrado sus mejores notas, porque Fabré y sus músicos festejan el aniversario 17 de la creación de la Banda. No es para menos, y por si no lo sabían, no hay en la Tierra una sola mujer o un hombre que asista a sus conciertos que deje de mover algún músculo.¡Felicidades!
¡Ah! Él no sabe que yo lo quiero desde que saludó a mi madre, un día cualquiera, en una bayamesa calle, como suelen hacerlo los mejores hijos. Mi madre y yo se lo agradecemos inmensamente.