iCómo cambian los tiempos! Desde que los jóvenes de la Generación del Centenario protagonizaron la insurrección del 26 de julio de 1953 frente a un ejército armado hasta los dientes y entrenado por los Estados Unidos han pasado 58 años de transformación de la sociedad cubana.
A las 5:15 de la madrugada de aquel día Fidel Castro y un grupo de jóvenes asaltaban el cuartel Moncada, en la provincia de Santiago, y simultáneamente en Bayamo otro grupo, al mando de Antonio "Ñico" López y Raúl Martínez, asaltaban al cuartel Carlos Manuel de Céspedes, acciones que reforzaban las aspiraciones de los cubanos por la definitiva independencia. Y aunque militarmente no se ganó, ya lo dijo el presidente venezolano Hugo Chávez en el mensaje que envió al pueblo de Cuba "nos enseñó a convertir los reveses en victorias".
Entonces estábamos juntos multiplicando los brazos por encima de la vastedad de una dictadura deshumanizada y deshumanizante que no escatimó crímenes ni oscuras cacerías.
Ah!, pero hoy es otro día, el insomnio de este amanecer de julio nos avisa de una batalla diferente, aun cuando exige, igualmente, de esfuerzos, porque nos llevará a perfeccionar el modelo económico y la sociedad que soñó la Generación del Centenario.
En Calle Siete los vecinos apenas durmieron, no querían perderse el asalto simbólico que recordaría la hazaña de aquellos jóvenes a las 5:15 de la madrugada del 26 de julio, de 1953. Allí estaba el fotógrafo Luis Carlos Palacios y también yo.