Quien conozca a Cuba sabe que a este país lo caracterizan las altas temperaturas, sobre todo durante los meses de julio y agosto, cuando el verano dice aquí estoy yo y afinca sus tentáculos por todo el archipiélago sin compasión, como consecuencia de la recepción de altos valores de radiación solar.
Por eso no es casual que sus habitantes prefieran vacacionar en la época estival, aunque a otros definitivamente les toque aplazar uno que otro día de asueto para no detener la producción y de paso garantizar los servicios.
Aquí en Granma, las autoridades alistan no solo las instalaciones de Campismo, sino también promueven, además de las tradicionales actividades deportivas y culturales, opciones en los Joven Club de Computación, con cursos cortos sobre sistemas operativos, diseño de páginas web y programación, entre otros; además de proponer recorridos, a través del Centro de Patrimonio, por el caudal histórico, cultural y natural de la provincia.
Ah!, tras el eco irremediable de la voz de niña de Iliana, como los jóvenes de Calle Siete quieren divertirse, se inclinan por darse uno que otro chapuzón en La Vega del río Bayamo. ¿Yo? Yo estaré en la orilla, a la expectativa, o donde mejor les alcancen los deseos desnudos de tapar al sol con un dedo, pero al fin y al cabo procurando que sean felices.
