domingo, 26 de noviembre de 2017

Bayamo en elecciones










Entre mis manos y las suyas apenas había cinco minutos de silencio; empero, Mercedes Rivero (Mercy) la hija  de Rodolfo,  mi vecino de Calle Siete, sintió todas las palabras que no pronunciamos  en voz alta y respaldan hoy en Cuba más de ocho millones de personas, mayores de 16 años, de acuerdo con la Ley Electoral, como una necesidad para el presente y el futuro de la Mayor de las Antillas.
No se trata de un caso aislado, sino que sucede en todos los colegios más de 24 mil, abiertos de las 7:00 de la mañana –cerrarán a las 6:00 de la tarde-, apoyados por alrededor de 200 mil autoridades electorales  a lo largo y ancho del país, porque se trata de la elección de delegados a las Asambleas municipales del Poder Popular.
Lisandra Rondón, la vecina de los altos y yo que pertenecemos a la circunscripción 132, en el municipio de Bayamo, capital de la suroriental provincia de Granma, llegamos temprano a ejercer el  derecho que nos da la Constitución de la República y ya había una fila en el colegio No.1, que radica en la Calle 3, entre 10 y 12, del reparto El Valle.
Hay muchos colaboradores, jóvenes de la Enseñanza Media, y de la Federación Estudiantil Universitaria, de la Federación de Mujeres Cubanas, de los Comités de Defensa de la Revolución y la Organización de Pioneros José Martí.
¡Qué hermoso! Allí estaban la Bandera de la estrella solitaria y el Escudo. Mientras dejaba caer la boleta, entre mis manos y las manos de las niñas que custodiaban la urna se escuchaba perfectamente: ¡Votó!