Ahora que se estrena el año 2014 te miro, te toco, te respiro y solo puedo sonreír, Desde que nací tuve plena conciencia de que tenemos mucho en común, además de esa especie de cordón umbilical que nos unió para siempre y me ha tatuado una extraña necesidad de cuidarte.
Significas tanto porque comprendo que estoy hecha de pedacitos de ti. Me formaste como niña y como mujer. A tu lado lloro, río, sufro, renazco y me vuelvo fuerte. Es algo único que me hace sentir cual pájaro en pleno vuelo, y eso es sublime.
Bayamo sabe que se trata de un sentimiento maravilloso y que estás en cualquier parte de mi pensamiento, en todo lo que soy: por lo que me das y por lo que te doy; aunque escriba silenciosa y solita en los ratos libres. Ahí, donde hay magia, romanticismo y fantasía estás conmigo.
Cuántas palabras, frases y promesas te he dedicado mientras el tiempo pasa y mi vida con él; pero mi amor por ti continúa invariable como mi mejor y más grande lección de humanismo y solidaridad. Eres mi suelo, mi techo, mi caricia, lo que tengo, la crítica que guardo, los descalabros, los errores ... pero eso sí, por el mismo camino!
Calle Siete solo intenta decirte que yo amo a este país con todas sus letras, con sus debilidades y fortalezas, con sus sueños y utopías. Cuba, eres mi pasado, mi presente ... y también serás mi futuro!
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