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sábado, 12 de mayo de 2018

Enfermería, una profesión de amor





Enfermería, una voz para liderar, la salud es un derecho humano. La máxima no solo está presente en los conocimientos adquiridos en la Filial de Ciencias Médicas de Bayamo. No. A mi primo Eduardo Cutiño Tornés el valor y la calidad de la vida humana le importa tanto, como al resto de los enfermeros que en Cuba o en otros países Haití, África, América Latina o en otras geografías prestan servicios  y realizan no solo una labor abnegada, sino de mucha dedicación.
¿Si no existieran los enfermeros cómo podría la Mayor de las Antillas exhibir sus logros  en la Salud?
 En una jornada como la de hoy no dejo de pensar en mi hermana Onaydis, quien,  aunque ya jubilada de la profesión, celebra cada 12 de mayo el nacimiento de Florence Nightingale, considerada madre de la  enfermería moderna y fundadora de la primera escuela de enfermería del mundo.
Por estos días en la Isla se realizan jornadas científicas y de reconocimiento a quienes los profesionales que entregan su amor y su sensibilidad desinteresadamente, actividades con los círculos de interés y campañas de apoyo a programas como el Materno-infantil
Calle Siete es testigo de la gran calidad humana, la delicadeza y la sensibilidad ante el dolor de pacientes y familiares, la eficacia en la asistencia sanitaria, las labores en la promoción de salud, el trabajo preventivo y los cuidados a los enfermos.



jueves, 17 de agosto de 2017

Felices vacaciones

Laurens y Lorena dos inseparables hermanas de 12 y 10 años, respectivamente, vinieron con un sinfín de anécdotas para contar desde La Habana para Bayamo, en la  provincia  de Granma,  a pasar sus vacaciones de verano durante julio y parte de agosto.
En este territorio tuvieron la libertad de elegir cómo divertirse y aunque no abandonaron del todo su pasión por la programación de la Televisión Cubana pudieron satisfacer, junto a su familia,  expectativas  e intereses en sitios de la geografía  oriental, como en el Parque Granma, donde se muestra la voluntad de las autoridades para entregarles a los niños, adolescentes, jóvenes y a quienes ya no lo son tanto, lo mejor de su quehacer  para la etapa estival.
Con lágrimas humedeciendo sus mejillas  volvieron a la capital de Cuba, pero felices por lo que disfrutaron, también, en el carnaval, el Museo de cera, único de su tipo en el país y quizás en América Latina, el Paseo de General García, la Ludoteca,  y en otros tantos lugares que hacen de la Ciudad Monumento un espacio recurrente.
Calle Siete les deja aquí algunas imágenes de las felices vacaciones.
















miércoles, 27 de abril de 2016

Abril en Bayamo

¿Qué ve Calle Siete en el mes de abril? ¿Qué cambiaría? 
Un antiquísimo refrán árabe recuerda que los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego; por eso, como un asomo de complicidad colectiva, de aires primaverales, buena energía, acontecimientos trascendentales y lozanos días vienen representándose el cuarto mes del año, que en Cuba tiene lo necesario para superar cualquier desafío.
En tiempos de tanta crudeza, las 30 jornada que le dan cobijo a esta etapa del 2016, se me dibujan como un organismo vivo, avispado, inteligentemente, que apela al pensamiento y a verdaderos actos de sensibilidad del hombre hacia la naturaleza y consigo mismo.
La lealtad, el más segrado bien del corazón, por mi querido Bayamo, reserva en mi memoria, por ejemplo, el nacimiento de Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de la lucha por la independencia, quien se convirtió en Padre de la Patria cuando supeditó el amor paternal por Oscar, el menor de sus hijos, al imperativo del deber.
Están, igualmente, en el lugar donde atesoro mis recuerdos más hermosos, sucesos como el el Día internacional de la Madre Tierra y el Día del idioma Español; pero aún más cercano la realización del VII Congreso del Partido. 
Empero, a estas alturas de los hechos, no puedo cambiar la invasión mercenaria por Playa Girón la madrugada del 17 de abril de 1961, en la que perecieron más 200 combatientes y resultaron asesinados civiles. En Bahía de Cochinos el imperialismo yanki sufrió su primera gran derrota en América Latina.
Aquí está Bayamo y observo un municipio que, lo mismo en abril o en diciembre, conoce y  cultiva su identidad, sus tradiciones, su espacio para la creación y recreación de los valores sociales, económicos y culturales de sus hijos, eso no lo cambiaría, como no se puede borrar el pasado, porque es una lección para reflexionar; pero sí podemos empezar a escribir un mejor futuro.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Biografía del Papa Francisco

Jorge Mario Bergoglio, electo Sumo Pontífice el 13 de marzo del 2013, nació en la capital argentina el 17 de diciembre de 1936, hijo de emigrantes piamonteses.
Se diplomó como técnico químico y eligió luego el camino del sacerdocio, entrando en el seminario diocesano de Villa Devoto. El 11 de marzo de 1958 pasó al noviciado de la Compañía de Jesús. Completó los estudios de humanidades en Chile y en 1963, al regresar a Argentina, se licenció en filosofía en el Colegio San José, de San Miguel. Entre 1964 y 1965 fue profesor de literatura y psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe y en 1966 enseñó las mismas materias en el Colegio del Salvador en Buenos Aires. De 1967 a 1970 estudió teología en el Colegio San José y obtuvo la licenciatura.
El 13 de diciembre de 1969 recibió la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellano. Prosiguió la preparación en la Compañía de 1970 a 1971 en Alcalá de Henares (España), y el 22 de abril de 1973 emitió la profesión perpetua. De nuevo en Argentina, fue maestro de novicios en Villa Barilari en San Miguel, profesor en la facultad de teología, consultor de la provincia de la Compañía de Jesús y también rector del Colegio.
El 31 de julio de 1973 fue elegido provincial de los jesuitas de Argentina, tarea que desempeñó durante seis años. Después reanudó el trabajo en el campo universitario y entre 1980 y 1986 es de nuevo rector del colegio de San José, además de párroco en San Miguel. En marzo de 1986 se traslada a Alemania para ultimar la tesis doctoral; posteriormente los superiores le envían al colegio del Salvador en Buenos Aires y después a la iglesia de la Compañía de la ciudad de Córdoba, como director espiritual y confesor.
Es el cardenal Antonio Quarracino quien le llama como su estrecho colaborador en Buenos Aires. Así, el 20 de mayo de 1992, Juan Pablo II le nombra obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio recibe en la catedral la ordenación episcopal de manos del purpurado. Como lema elige Miserando atque eligendo “lo miró con misericordia y lo eligió” y en el escudo incluye el cristograma IHS, símbolo de la Compañía de Jesús.
El 3 de junio de 1997 fue promovido como arzobispo coadjutor de Buenos Aires. Antes de nueve meses, a la muerte del cardenal Quarracino, le sucede, el 28 de febrero de 1998, como arzobispo, primado de Argentina. El 6 de noviembre sucesivo fue nombrado también Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en el país y desprovistos de Ordinario del propio rito.
Tres años después, en el Consistorio del 21 de febrero de 2001, san Juan Pablo II le crea cardenal, asignándole el título de san Roberto Bellarmino. Hasta el inicio de la sede vacante era miembro de las Congregaciones para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para el clero, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica; del Consejo pontificio para la familia y de la Comisión pontificia para América Latina.
 (Tomado de la AIN)

martes, 28 de enero de 2014

Martí y la CELAC

Este 28 de enero tiene un significado distintivo para Cuba. Hoy, José Martí, nuestro Héroe Nacional,  celebra el aniversario 161 de su natalicio justo cuando  La Habana inauguró la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC), mecanismo de integración nacido por iniciativa del Comandante de la Revolución Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, que aglutina a 33 estados soberanos y tratará los temas  que más palpitan en la región.
Literalmente hablando, desde una voz personalísima, defensora de la justicia social, el evento alude a vivencias comunes, a la autenticidad sintetizadora de los lazos políticos, económico-sociales que nos unen y sedimentan cada cultura, con el atractivo del respeto a la democracia, los derechos humanos y contra el hambre, la pobreza, la desigualdad, el servilismo, la dependencia, el analfabetismo, la insalubridad y contra la injerencia. 
En este camino de mayor autonomía, América Latina y el Caribe quieren reconocerse  bajo un  espíritu coherente, una sola alternativa: UNIDAD, y la mirada escrutadora de Simón Bolívar, Sucre, San Martín ... y otros hombres de pensamiento y acción que han anhelado la Patria Grande.
"Patria, dijo Martí,  es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas".
Calle Siete elige recordar que esas ideas estuvieron presentes también hoy,  en Bayamo, en el desfile que los pioneros y estudiantes le regalaron al Maestro. Yo, en cambio, imagino al más universal de los cubanos demostrando que: "Los pueblos no se unen sino con lazos de fraternidad y amor".      

sábado, 10 de marzo de 2012

Las razones de mi amor

Queridos amigos hoy Calle Siete quiere poner a la consideración de ustedes este texto de Vincenzo Basile.

El verdadero hombre no mira de que lado se vive mejor, sino de que lado está el deber; y ese es el verdadero hombre - José Martí
                                                                                    
Nunca me había definido revolucionario comunista (ni sabía el significado pleno de esa palabra), ni tampoco podía decir que conocía la realidad y la historia cubana. Inundado de informaciones que los medios europeos nos venden, imaginaba Cuba como una de las últimas fortalezas del totalitarismo del siglo XX, herencia de la guerra fría, una dictadura sangrienta que desde hace más de cincuenta años estaba agotando el pueblo, un régimen despótico estilo Nicolae Ceauşescu de la vieja Rumania.
Por suerte soy un muchacho muy curioso y tengo un espíritu crítico que no me permite creer en nada que no veo con mis propios ojos, que no me deja aceptar las cosas y sobretodo las informaciones así como me las presentan, preenvasadas, estereotipadas, impuestas.
Era el verano 2008 cuando, por primera vez, viajé a Cuba. Nunca me ha gustado “ser el típico turista”, el que visita un lugar lejano, a miles de kilómetros de su casa, mas que en realidad no se mueve ni de un solo metro de su ambiente, de su contexto, de su realidad. Por eso, cuando llegó la oportunidad de ir a Cuba con una amiga cubana que vive aquí en Italia, decidí aprovecharla.
¿Qué mejor manera de visitar un país si no en compañía de una persona del lugar y de su familia, en la tranquila Guanabo, en el oriente de La Habana? Tenía la oportunidad de evaluar personalmente las “atrocidades del estalinismo del siglo XXI”.
Sin ningún problema puedo decir que el impacto con Cuba fue profundamente trágico. El calor sofocante en las afueras del aeropuerto de La Habana, las carreteras destruidas y llenas de baches, ese olor muy fuerte de gases de escape de viejos carros americanos y soviéticos que dificultaba el respiro, los edificios en ruinas, cientos de personas en el lado de la carretera haciendo autostop. Ni hablar de los muchísimos carteles en las calles que llevaban consignas sobre consignas con imágenes del Che y de muchas otras personas que ignoraba. ¿Esa era la vanguardia de América? Había caído en uno de los más atrasados y pobres países de del Tercer Mundo. Eso pensé.
Las cosas no mejoraron cuando llegamos a casa de la familia de mi amiga. La casa parecía todavía en construcción; tenía dos cuartos, un pequeño salón, un cuarto de baño y la cocina en el jardín. En esa casa dormían diez personas, sin tener en cuenta a mí y a mis amigos. Cuatro generaciones de cubanos (desde la bisabuela hasta los nietos) vivía ahí. Tenía casi un sentimiento de vergüenza, me sentía mortificado. Estaba allí, con mi maleta llena de ropa y mis zapatos caros, intentando hacer una llamada intercontinental con mi móvil para comunicarme con mi familia, entre personas que vivían una condición de pobreza extrema. Me sentía culpable....intentaba evitar la mirada de cada uno de ellos, sentía que me juzgaban. Parecía que nos trataban como “seres superiores”. Nos sirvieron comida, bebida....era una situación de tremenda vergüenza.
Después de la cena mis amigos se fueron a dormir mientras mi amiga y yo nos quedamos con toda la familia. Había llegado la hora. Tenía que entenderlo. Tenía que comprender si Cuba era verdaderamente el país en ruina que parecía. Despúes de haber hablado de esto y de aquello, introduje el tema “política”. El padre de mi amiga se levantó de la silla, me miró a los ojos y dijo: “Muchacho, ¿quieres hablar de política? Aquí las cosas están del carajo”. Me quedé sin palabras. No sabía como contestar, no sabía que decir. Apenas pude balbucear un “sí, pero....”. Pero nada. Mientras tradaba de hacer una oración con sentido y que no resultase ofensiva, fui interrumpido por el hermano mayor de mi amiga que estaba sentado a mi lado. Con los ojos casi en lágrimas, mirando a su padre, dijo: “....pero la Revolucón ha salvado la vida de mi hijo”. Llamó al hijo de 5 años y le quitó la camiseta; tenía una cicatriz de 5 centímetros en el pecho. Había nacido con una malformación cardíaca grave y los médicos cubanos lo habían operado de forma completamente gratis. Él me dijo que sabía que si eso hubiese ocurrido en otro país del Caribe, de Centro América, de América Latina o en los mismos Estados Unidos, su hijo habría muerto al nacer.
De repente todos empezaron a hablar. Cada uno de ellos contaba su historia, cada uno tenía una razón semejante para agradecer a la Revolución. Supe que el abuelo de mi amiga estaba hospitalizado, por un ataque de corazón; que la hermana estudiaba arquitectura en la universidad, que todos los niños de la familia iban a la escuela primaria.
Hablamos por horas. La fatiga debida a las diez horas de vuelo había desaparecido. Estaba formando parte de un intercambio cultural único, de algo que me estaba cambiando la vida.
Hablando con los otros miembros de la familia, empecé a contextualizar lo que había visto en la tarde, en las afueras del aeropuerto. Esas cosas eran reales, obviamente, pero ellos me dieron una explicación a todo. Las calles destruidas, los carros viejos, las casas en ruinas, el problema del transporte...todo se explicaba con la política que los Estados Unidos llevaban a cabo contra Cuba desde hace cincuenta años, el bloqueo económico, comercial y financiero. En ese momento me pregunté “¿Qué pasaría si un día los socios comerciales de Italia nos impusiesen un semejante bloqueo?” La respuesta fue la más sencilla: “Dentro de un mes, Italia sería más pobre que Cuba”.
Estaba en un país en estado de guerra y, a pesar de eso, su pueblo todavía era capaz de sonreir, de apreciar lo que tiene, de mantener su natural solidaridad. Me dí cuenta que lo que me había parecido un tratamiento debido, era en realidad un verdadero espíritu de hospidalidad, en su forma más pura “mi casa es tu casa” y “lo poco que tenemos lo compartiremos contigo”.
Durante mi permanencia en Cuba, aprendí que esos carteles que parecían ser una sutil obra de adocrtrinamiento, en realidad eran, oraciones de los mártires de la patria cubana como el Che y Camilo o como José Martí, el Maestro, el Héroe Nacional caído en combate contra los invasores españoles, el padre de la cultura cubana. No era adoctrinamiento, como había pensado. Simplemente era una enseñanza de amor a la Patria....¿Hay algo más puro de eso?
Pasaría horas escribiendo líneas sobre líneas si quisiera contar todo lo que vi en Cuba. Sólo les digo que el viajar a Cuba me ha cambiado la vida. Ha cambiado mis perspectivas, mis ambiciones, mis aspiraciones. Entrar en contacto con la realidad cubana significa entrar en un ciclón del cambio, que nunca para. Cada vez que hablo con un cubano, incluso de las cosas más triviales, mi amor por esa Isla grande crece.
Estas son mis razones. Las razones de mi amor. Un amor auténtico, puro, sin condiciones. Un amor que a veces creo que siempre ha estado en mí, aunque cuando ignoraba lo que era Cuba y cual era su historia. Es parte de mí. Cuba es parte de mí.

miércoles, 19 de enero de 2011

Helen, la atleta de Calle Siete

Cuando miro a Helen Sedano Pérez, la niña de nueve años de edad, que vive en la esquina, pienso en que no hay una sola pasión sobre la Tierra que no pueda ser expresada desde la ingenuidad de la infancia y los laberintos de sus aspiraciones.
Helen deviene heroína de su propia historia. Esa imagen llega a mi mente mientras disfrutaba la sonrisa de esta  alumna de cuarto grado, de la escuela primaria Nguyen Van Troi, en Bayamo, quien, con una ternura desenfrenadamente agresiva deja bien clara su esperanza irrenunciable: "Quiero ser una buena deportista".
Ella es así y cuando habla del atletismo su sistema nervioso cambia totalmente: "Solo jugaba, saltaba y corría... hasta que mi maestra de Educación Física, Clara González Rosa, quiso entrenarme, entonces empecé a competir, a ganar y voy este año a los Juegos Escolares Nacionales...  a veces siento un poco de miedo", confiesa y parece como si sus sueños y temores se juntaran en un instante.
Las pistas y áreas de juego, a las que todos visitan y citan con frases manidas cobran ahora un marco referencial renovado por el amor sin freno de su abuela Bersaida, quien insiste en las habilidades de la pequeña con una emoción inustituible.
Yo siento que en sus piernas se encuentran las más puras aspiraciones sociales de la gente de Calle Siete, la imagen del atleta, el alma de Cuba, del Caribe y del resto de América Latina.
Mis vecinos ven en ella la ilusión que calza zapatos deportivos en plenas carreras de velocidad, resistencia y salta de alegría con un chispazo de vida.
No tengas miedo, Helen, vístete y sal a correr.

jueves, 11 de marzo de 2010

Historia

La historia de Cuba, bella y conmovedora, transcurre actualmente como una de las más importantes de América Latina, para la región y para el mundo.
El conocimiento de acontecimientos pasados como el descubrimiento y conquista de América, el abuso de los españoles contra nativos y negros, las sublevaciones de esclavos, y todos los horrores que cometieron los colonizadores en Cuba, así como los hechos de La Demajagua, el 10 de octubre de 1868, el incendio de Bayamo, en la actual provincia de Granma; y la Protesta de Baraguá, en Santiago de Cuba, entre otros, nos introducen en un largo camino de lucha por la independencia del país y la reafirmación de la nacionalidad.
Una segunda etapa en la que sobresalen las luchas obreras contra la neocolonia, el Movimiento 26 de Julio, el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, los crueles asesinatos de la tiranía, el desembarco del Granma por Los Cayuelos, en el municipio oriental de Niquero y el triunfo de la Revolución cubana nos habla de cuánto ha costado a familias e individuos comunes lograr lo que disfrutamos hoy en esferas como la educación, la salud …
También es importante el estudio de nuestra historia, porque demostramos que con la solidaridad entre los pueblos no solo se defiende la vida, sino , además, la dignidad del hombre, sobre todo, del hombre americano, que tantos siglos de sometimiento ha experimentado.
Cuba es ejemplo para el mundo (Asia, África y América) de cómo se logra la independencia y del sacrificio que cuesta mantenerla.
En estos momentos el Ministerio de Educación en esta nación replantea un nuevo programa para el aprendizaje de la historia, y, por ejemplo, en la Universidad, se ha creado la asignatura Debate-reflexión de temas históricos contemporáneos, para profundizar en el conocimiento de la historia.