viernes, 16 de abril de 2010

Digo que sí

Bayamo tiene aires de ciudad grande y me ha conminado a citar a José Martí, el más universal de los cubanos, en el ensayo Nuestra América, en el que expresó:
Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la Plata en las raíces de Los Andes.
Sin dudas, nos lega un pensamiento dialéctico, coherente y complejo que responde a las demandas y urgencias de la propia historia de América y de Cuba, de Granma y de Bayamo, la Ciudad Monumento Nacional.
Por eso hoy yo digo que sí, estaré con mis vecinos de Calle Siete en una marcha por la solidaridad y la amistad, y también el decoro, en la que participarán todos los bayameses, preludio del ideal de la América nueva que tiene como raíz central la dignidad plena del hombre.