domingo, 18 de junio de 2017

Qué pena para el pueblo de Estados Unidos!

Cuando mi padre se levantó ya casi todo estaba listo, como mi madre dice que le dio un tiro al trabajo del hogar -yo sé que su enfermedad cardiaca, junto a otros golpes duros de vida, la ha limitado en ese sentido- ahora mi papá está atento a los detalles de la cocina, lo cual me da mucho gusto, porque no solo es apoyo, sino colaboración consciente e incondicional.
Es Día de los padres miro con la voz del corazón los ojos de mi papá, Orlando Blanco, quien nació en Bayamo, capital de la provincia cubana de Granma, trabajó en la construcción durante muchísimos años y no le hace daño ni a una mosca; eso sí, se las ingenia diariamente para remendar la economía de la casa, una preocupación lógica y natural por  la familia. 
!Qué vergüenza! Me refiero a las preocupaciones de mi padre desde Calle Siete, reflexiono sobre el mal papel  o show mediático de otro papá, por cierto no es cubano sino estadounidense: Donald Trump, quien no ha sentido ni pizca de remordimiento al hacer declaraciones de una política hostil de quitaypon a los hijos de esta tierra nada nueva, más bien retrógrada, irreflexiva, inepta, además de otros adjetivos que usted desee agregar. 
Eso sí, que nadie se llame a engaño. El pueblo  ya ha demostrado que sabe defendersey la Declaración del Gobierno de Cuba expresa categóricamente nuestra firmeza de principios.
Por otra parte, mi papá ya mal vivió un pasado capitalista, yo no quiero un futuro así para mi hijo y mis nietos. Entanto, juro defender esta tierra  hasta con las uñas mientras  tenga un hálito de vida.
Siento mucha pena por el pueblo de Estados Unidos!!