miércoles, 28 de octubre de 2009

Camilo

Ahora… el Héroe ¿dónde está?
¡Quién sabe! Pero lo cierto
Es que si ha muerto no ha muerto
No ha muerto ni morirá.

Jesús Orta Ruiz. El Indio Naborí

Apenas si desperté con el alboroto de los vecinos evocando los pormenores del 28 de octubre de 1959, -cuando a las 6:01 de la tarde Camilo Cienfuegos Gorriarán, el jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, despegó de Camagüey, de regreso a La Habana, en un avión bimotor Cessna, pilotado por el teniente Luciano Fariñas y acompañado por el sargento escolta Félix Rodríguez y nunca aterrizó- y me he preguntado Ahora…¿dónde está?
¡Quién sabe! Pero lo cierto es que he aprendido a encontrarlo en Camilo, el hijo de Ernesto Che Guevara, el guerrillero que -nació en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928, y fue herido y hecho prisionero en Bolivia y vilmente asesinado el 8 de octubre de 1967- constituye para Cuba un símbolo del hombre nuevo.
También está en la memoria de personas como Norma Lago, la señora discapacitada, con sonrisa familiar y cara de parecernos cercana, que no pudo asistir al Retablo de los Héroes pero es permanente su respeto y devoción por nuestros mártires.
Es que si ha muerto no ha muerto, por eso además está en la satisfacción de Iraida Escalona, a quien las autoridades bayamesas acaban de entregarle una vivienda porque la furia de las aguas del río le arrebataron el pequeño local donde vivía con tres de sus cuatro hijos.
No ha muerto ni morirá porque está en la algarabía de niños como Dailín, Irene y Leonelito, para reafirmar que del Héroe de Yaguajay -nacido en La Habana el 6 de febrero de 1932- aprenden las buenas artes del valor, la alegría, la ternura y la humildad.
Hoy, en Bayamo, hasta la Tierra se estremeció y su río recibió agradecido las flores en homenaje a quien es la imagen del pueblo.

jueves, 22 de octubre de 2009

Rafelito

Rafael Tornés Rodríguez se ha convertido, sin proponérselo, en un personaje importante e imprescindible para la comunidad; no solo por su connotado sentido de solidaridad, sino por sus dotes para contar anécdotas y sus fabulaciones.
Muchos lo comparan con el “Juan Candela” de ese gran escritor de Cuba que es Onelio Jorge Cardoso ¡Qué buen carácter y qué irresistible fuerza la de este joven de 71 años para narrar y hacer confesiones con ternura y sabiduría casi universales!
Al amanecer, con las primeras campanadas de la Iglesia de San Salvador, él, que sabe “de todo”, me describió, por ejemplo, cómo latió su corazón cuando resonaron nuevamente las notas del Himno Nacional de Cuba en la bayamesa Plaza donde sus antecesores lo cantaron por primera vez, el 20 de octubre de 1868.
“No es un sueño, me imaginé escribiendo la letra junto a Perucho (el líder independentista Pedro Figueredo) y estrenándola con el pueblo y las tropas de Carlos Manuel de Céspedes cuando festejaban la toma de Bayamo”, recordó.
Y con razones más que suficientes citó a José Martí: ‘Yo tengo de Bayamo el alma intrépida y natural’.

martes, 20 de octubre de 2009

Manolo

Un deseo inusitado me llevó a caminar hoy la Plaza del Himno y en la magia de sus adoquines escuché un solo de bombardino, instrumento de metal con el que Calle Siete prefiere recordar este Día de la cultura cubana a su músico -ya fallecido- de la Banda de Conciertos de Bayamo, Manuel Rivero.
Manolo, me ha comentado su familia, tenía lazos de consanguinidad con Manuel Muñoz Cedeño, quien hizo la primera ejecución pública instrumental de La Bayamesa, el 11 de junio de 1868, en la iglesia de San Salvador, y el 20 de octubre de ese año se estrenó y se cantó, por vez primera, la letra de la marcha guerrera devenida Himno Nacional de Cuba.
José Martí publicó en su periódico Patria que el Himno es “ … para que lo entonen todos los labios y lo guarden todos los hogares; para que corran, de pena y de amor las lágrimas de los que lo oyeron…”
HIMNO DE BAYAMO
Al combate corred bayameses
Que la Patria os contempla orgullosa.
No temáis una muerte gloriosa
que morir por la Patria es vivir.
En cadena vivir, es vivir
En afrenta y oprobio sumido.
Del clarín escuchad el sonido
¡A las armas valientes , corred!

jueves, 15 de octubre de 2009

Ivette

“A mal tiempo buena cara” es un refrán que aconseja tranquilidad y entereza ante las contrariedades y vicisitudes, y mis vecinos no solo lo tienen presente, sino que cuando los astros de la noche alumbran las aceras, comienza una tormenta de ideas sobre los más variados temas de la cotidianidad.
Así, sabedores de que en estos tiempos se requiere utilizar los recursos materiales, incluso humanos, de la manera más racional posible, muchas veces los diálogos devienen aguzados análisis por el ahorro de energía, reordenamiento económico en Cuba, producción de alimentos y otros que resultan tan perentorios por su influencia en la educación de la sociedad como la higiene.
Hablando de este último, Ivette Ruiz Carbonell, la médica que multiplicó sus energías y desvelos en tierras de Bolivia, fue clara cuando aconsejó tenerlo en cuenta pues la higiene como parte de la Medicina enseña a conservar la salud y a precaver las enfermedades, lo cual lleva a suponer que un ambiente adecuado, limpio y bello -en las viviendas, la calle, la circunscripción, el Consejo Popular, la escuela, la ciudad o el centro de trabajo al cual estamos vinculados- resulte por sí mismo una garantía para la calidad de vida.
Sí, preocupa sobre todo asumir la prevención como el aspecto más objetivo para evitar enfermedades respiratorias agudas, la Influenza A (H1N1), la conjuntivitis u otras trasmisibles. Y esa es una actitud que debe ser sistemática porque no hay nada más importante que la salud.

martes, 13 de octubre de 2009

Fabián

Este niño de siete años y el regusto por la infancia me han hecho sentir nostalgia por esa etapa de la vida a la que no todos sabemos volver imaginariamente.
A la altura de su edad, Fabián Cedeño Cedeño no puede entender ese universo que da paso a la inteligencia, el talento, forja la personalidad, se adquieren hábitos de conducta colectiva, aprenden a coordinar las acciones dentro del grupo y a respetar las normas y a cooperar con los demás.
Él -como todos los demás niños- juega “porque sí”, mientras se divierte y expresa, a través de actitudes, intereses, habilidades y posibilidades intelectuales y estético-morales, soportes de la educación.
Lo vi llegar feliz de Los Caballitos, quizás por esa poderosa razón es que aplaudo con ojos, manos y un poco de palabras la voluntad de las autoridades de la provincia de Granma, y, particularmente del municipio de Bayamo, de reanimar los parques infantiles y entregarles el corazón a los pequeños.
Hay que recordar al Héroe de Cuba, nuestro José Martí, cuando dijo: “Para los niños trabajamos … porque son la esperanza del mundo”.
Fabián está feliz y yo quisiera seguir incentivando juegos y rondas como Arroz con leche …, Alánimo …, Estaba la pájara pinta …, y otros que ayudan no solo a que los niños sean más niños, sino a que lo parezcan.