jueves, 19 de junio de 2014

Cómo enfrentar el delito en Bayamo?

Mientras leo en un post de Cubadebate que China construirá torres de mil metros para luchar contra la contaminación  busco despejar dudas sobre un viejo fenómeno social: el delito,  que no puede verse alejado de la situación económica actual; pero que estamos obligados a hacerle frente desde las comunidades en Bayamo.
Si hay un país en el mundo con un grado de organización y que lleva adelante una política social basada en la prevención, en la que confluyen en los barrios y consejos populares varios factores tanto psicológicos como colectivos para lograr una labor integral, ese es Cuba; ahí están los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, los jóvenes, los pioneros ...
Con tales razones se asombra uno y se inquieta cuando en las cuadras, concebidas como centro básico del desarrollo, no se integran voluntades y acciones para descubrir y denunciar algunos males, con experiencia, y una mirada verdaderamente aguda evite que personas con especial proclividad caigan en la espiral delictiva.
En los hilos que condicionan semejantes conductas  encuentro cierta desviación moral de la cual no está exento el deterioro de conceptos morales como la honestidad y la vergüenza, atributos que siempre han caracterizado al cubano probo: pobre; pero honrado, como suele señalarse a sí mismo.
Ante la proliferación de expresiones de indisciplina social y falta de educación formal urgidas de ser erradicadas permanentemente, no bastan las medidas y penalizaciones si en el centro de atención a la problemática no está el hombre recibiendo labor persuasiva y diferenciada.
Calle Siete no tiene la última palabra; pero está consciente de que la pequeña conducta dañina debe ser denunciada, los vecinos tienen que enfrentar tales fenómenos, los cuales no son de incumbencia exclusiva de la Policía, fiscales y jueces; y no es menos cierto, si el delincuente sobrevive es porque, de algún modo, se siente protegido por alguien.
Y mientras China  busca las vías para combatir la contaminación, Bayamo quiere  luchar contra el delito.

viernes, 6 de junio de 2014

Cubaila en Bayamo

René Keitel Olivera
Lo sabía. Lo leí en sus ojos verdes y entendí su encantadora risa, la que resonaba en mis oídos como una canción que necesitaba escuchar una y otra vez. 
Volvió a reír y yo sonreí como una adolescente que se deja seducir mientras el joven profesor René Keitel Olivera Tamayo dibujaba con palabras lo que significó para él la versión provincial del II Festival Cubaila, en la Plaza  de la Patria, de Bayamo, auspiciada por las direcciones de Deportes y Educación, en Granma.
Su voz me llevó a comprender el objetivo supremo del festival: la incorporación de practicantes a la realización de ejercicios físicos, mediante bailes tradicionales de Cuba. Bien, muy bien.
En el evento, dijo, en el que participaron  dos mil 650 personas,  intervinieron  mil 500 alumnos de las enseñanzas Primaria, Media y Media Superior; otros 150 entre niños del programa Educa a tu hijo y círculos infantiles, discapacitados y promotores culturales, junto a mil adultos, de ellos, 500 de la tercera edad.
Y un hecho trascendente, con Renecito, como lo conoce Calle Siete, estuvieron desde el primer ensayo Ana Irma Rodríguez y Virgen Blanco, dos abuelas con más de 80 años y llenas de entusiasmo, y Magalis Guerra, una mujer operada a corazón abierto que se desprendió de las limitaciones físicas y los problemas de salud con abierta rebeldía.
Para la tercera edición ya estoy poniendo en orden mi cerebro, mis piernas y mi interés.
Ana Irma Rodríguez

Virgen Blanco

Magalis Guerra

domingo, 1 de junio de 2014

Día de la infancia en Cuba

Cuando en 1956 la Asamblea General de Naciones Unidas recomendó  la institución de un día  que promoviera el bienestar de los niños  todavía Cuba no había consolidado toda su voluntad política a favor de los pequeños, lo cual se hizo sentir con aquel bendito Primero de Enero.
Desde entonces así suele transcurrir cualquier día para los principitos cubanos, pero el Día de la infancia tiene en este país una connotación diferente para quienes no conocen de límites para preguntar los porqué y nos sorprenden a cada momento con historias maravillosas que brotan de su fantasía, ese lugarcito donde también  conservan los mejores sentimientos.
José Martí, nuestro Héroe Nacional, los llamó la esperanza del mundo y los de Calle Siete suelen acudir, preferentemente, a Los Caballitos, -donde se divierten, juegan y no les faltan las golosinas- el parque infantil que les regalaron las autoridades de la provincia de Granma.
Aquí les dejo algunas imágenes desde Bayamo.