viernes, 29 de abril de 2016

La familia que tengo


Con el entusiasmo de este viernes especial para los míos y para mí, pudiera hasta burlarme de la  penumbra; pero prefiero dibujar el amor, ese cimiento tallado para que las personas  construyan su mundo. Nada puede aplazar esa libertad que nos regala el amor cuando el calor del hogar y el de los padres te abraza.
Cuando la edad  desnuda la fabulosa juventud que hace trizas el tiempo, por lo menos yo, pienso en lo que aprendido de mami y mi papá. Dos personas que pueden vivir dentro de un solo corazón; mientras, camino junto a ellos una buena parte de ese largo camino.
Hasta el momento, ustedes han procurado siempre la felicidad de sus hijos y, a veces, también, he sido su cómplice, aunque, alguien exhiba un amor enmudecido o sordo porque cree que ya no necesitamos que nos cuiden a toda hora.
Especialmente hoy, que estoy de cumpleaños, brindo por mí, y además  quiero hacer un brindis por quienes me acompañan siempre, en las buenas, en las malas, en las peores. No elegimos a la familia cuando nacemos, yo, por ejemplo, di mi primer grito en Bayamo, a las once de la mañana del 29 de abril de un año cualquiera; empero, con el tiempo, vamos eligiendo... seleccionando  con mucho amor, nuevos integrantes para ella.
Amo a esta ciudad de Cuba, perteneciente a la provincia de Granma, de hermoso Centro histórico y coches tirados por caballos, incendiada por sus habitantes antes que dejarla caer en manos de tropas españolas durante la Guerra de Independencia.
A Calle Siete y a mí nos hace muy felices que seas parte de nuestra familia.





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