lunes, 3 de septiembre de 2012

La escuela de Daniel

El primer día vio la escuela y se detuvo, se recostó a un árbol, cerró los ojos y pensó por un instante en las palabras  de su abuela materna: "En ese lugar aprendí a leer, a escribir y a contar, en 1941 cuando tenía cumplidos los  12 años de edad".
Todo eso vino a mi mente hoy, al disfrutar con Daniel de Jesús, del inicio del curso escolar 2012-2013, en Cuba, país que  conquistó para sus hijos la educación gratuita y obligatoria, a partir de los cinco años de edad.
Ah, ya sé que no es como alumno esta vez, pero se estrena como instructor de artes plásticas en la escuela martiana José Mariano Tamayo Rodríguez, ubicada en Caureje, un asentamiento  rural de la periferia de Bayamo, la capital de la provincia de Granma.
Allí, donde cada partícula  de aire puro de campo, o de conocimiento,  les pertenece a los ocho maestros, uno de ellos, Rafael Tamayo Pérez ya es máster y los demás licenciados se prioriza la formación de la fuerza calificada tanto como se cuida y conservan los recursos humanos, materiales y financieros.
Irángel Arias Morales, quien funge como director territorial de la mencionada escuela multigrado, -atiende igualmente, otros planteles como Mártires del Moncada, en San Joaquín; Emiliano José Jorge, en El Naranjo; y un aula anexa en Casimiro-, aseguró que deberán tener feliz desarrollo, también, el proceso de dirección educacional y el docente-educativo.
 En tanto distraía mi imaginación en aquel escenario poético, bucólico, hermoso, un detalle llamaba mi atención:es que la presencia de los padres y de los líderes de la comunidad como Fe María Pompa; Wilfredo Varón, Luis Zamora y Mirelis Tamayo, dieron particular connotación al hecho.
Así, mientras Calle Siete acaricia la jornada recuerdo a José Martí, quien señaló en el primer número de Patria: "La verdad llega más pronto donde va cuando se la dice bellamente, y no se ha de encoger ni de reservar la verdad útil".
Y la verdad de esta cita con el conocimiento radica en que los 46 estudiantes que aprenden a leer en La Edad de Oro, la revista que el Héroe Nacional dedicó a los niños, en Caureje, o en cualquier  rincón de la geografía cubana, un día comprenderán no solo las enseñanzas que  Daniel sea capaz de trasmitirles, sino el pensamiento martiano.