miércoles, 28 de septiembre de 2016

Chocolate: el perro futbolista




Esta historia no tiene que ver nada con ese alimento obtenido cuando se mezcla azúcar con la masa y la manteca del cacao ni con ese bombón universo revestido que puede cambiar muchas vidas: el chocolate, sino de la mascota de la casa, el perro que me regaló Xiomara, la vecina de enfrente.  
Habíamos perdido a Cosi, una perrita bien portada, que respetaba mi espacio cuando me veía cargando el trapeador y la escoba, se hacía  a un lado y subía cuatro o cinco escalones de la escalera interior hasta que yo terminaba, aunque, eso sí, no se perdía ni una actividad cultural, y ya estábamos necesitando otro animalito para domesticarlo.
Bayamo amaneció ese día hermoso, como de costumbre, por algo es la capital de la provincia cubana de Granma, y en medio de la rutina diaria apareció aquella criatura de color marrón claro, que acepté sin consultar a nadie más pensando que era salchicha -en realidad, solo tiene un cruce- y que mi hermano Robert decidió nombrar Chocolate.
La idea era encontrar y educar a otro personajillo como Cosi: tierna, dulce, amigable… pero este ser que ahora forma parte de mi núcleo familiar, desde que llegó, los primeros días de enero, nos traía corriendo porque trasladaba de una habitación a otra los zapatos y cuanto objeto tenía a su alcance, resulta casi ingobernable, además de que ladra fuerte y constante si te niegas a jugar.
Créalo o no lo crea, lo mejor que tiene es que ahora le ha dado por practicar deporte, quizá incentivado por los recientemente finalizados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, Brasil.
En Calle Siete todos lo conocen como el perro futbolista y se da unos pases que envidiarían Zinedine Zidane, Ronaldinho, Guti, Dennis Bergkamp, Francesco Totti, Olivier Giroud, Bernard, Julian Draxler, Zlatan Ibrahimovic, Eric Cantona o Lionel Messi, autores de los 11 mejores pases de gol del fútbol de todos los tiempos.