jueves, 9 de diciembre de 2010

Elba, de Calle Siete, Cuba

Los vecinos de Calle Siete, municipio de Bayamo, tienen un modo sui géneris de ver la vida y de manifestarse tal y como la ven, con transparencia y hasta con recursos estilísticos que nadie imagina; pero que están ahí, en el ejercicio cotidiano de la comunicación.
En ese aparentemente sencillo acto para entendernos hay que reconocer el entusiasmo, la vehemencia, la pasión, la chispa y la picardía del cubano: dinamismo, capacidad, idiosincrasia, la trasmisión de un pensamiento lleno de energías, imágenes y códigos repletos de sabrosura.
Claro, en esa interrelación yo-tú, tú-yo, existe el lenguaje, uno de los rasgos que caracterizan al hombre como ser social, desde su mismísimo origen.!Ay; pero hablando!, usted  no puede prever cuán lejos están dispuestos a llegar mis vecinos. Me gusta como soy cuando estoy con ellos.
Ellos pueden arriesgar su corazón y brindar su brazo de forma generosa para donar sangre ... si algo les sobra es sentido de solidaridad y sensibilidad; mientras le sacan la sonrisa a cualquiera, porque ingeniosos son, y bastante. Si no, pregúntele a Elba, la señora del frente que frisa ya los 90 años de edad y tiene una vitalidad envidiable, quien, con desenfado sin igual seguramente le respondería: "Eso, ni me beneficia ni me perjudica, al contrario".