miércoles, 12 de junio de 2013

Bayamo y La Bayamesa



Entre los vecinos que disfrutaban el fresco de la noche en Calle Siete, habia una señora, Aimée, que no paraba de describir, según las anécdotas de sus abuelos, el estreno instrumental de la marcha guerrera, convertida luego en el Himno Nacional de Cuba. La melodía de sus palabras,  el bullicio, la risa y la música, en su ritmo ancestral, nos llevaban casi en andas a la Plaza del Himno.
En ese histórico sitio los granmenses evocaron este martes el acontecimiento en el sitio donde hace 145 años se realizó el debut de la importante partitura.  La banda del maestro Manuel Muñoz Cedeño, estrenó la música de La Bayamesa, en la Parroquia del Santísimo Salvador, en la entonces villa, como parte de la conspiración previa a la primera guerra cubana contra España. 
La fecha es considerada, también, como fundación de la Banda de Conciertos de Bayamo, verdadera joya del quehacer artístico en la Isla.

Así mientras los ancianos se refugiaban en sus recuerdos, despertaban la pasión de los más jóvenes, quienes bebían de aquel hecho ocurrido el 11 de junio de 1868. La pieza fue compuesta por Pedro Figueredo -Perucho-, en agosto de 1867.
Y nadie lo dude, cuando la brisa se hacía sentir por las calles y el canto patrio era tarareado por musiqueros,  que deambulaban la noche, Bayamo dejaba sentir sus sueños al influjo de la más auténtica serenata, símbolo de identidad nacional.