sábado, 31 de diciembre de 2016

¡Feliz 2017!

Hoy deseo felicitar a mis amigos, por el año que termina y el año  nuevo. Asocio al 2017 con el color verde, no  si es porque le corresponde a mi signo sodiacal -Tauro-, o porque, además de ser el cuarto color del espectro solar presenta una gran conexión  con la naturaleza, la ecología, la fertilidad, la salud, el equilibrio y también tiene que ver con la relajación, la esperanza, la estabilidad y el frescor ... tal como siento a Cuba.
Cuando faltan pocos minutos para recibir esa nueva etapa del nuevo calendario arreglaré a mi mami para que se sienta como una novia recién casada, luego prepararé las cosas comida favorita de mi padre para una noche como la del 31 de diciembre, en la que nos reunimos en familia y le agradeceré a la vida y al universo por  los 12 meses que  concluyen, en los que hubo tensión, suspense, dolor y un poco de felicidad.
Cumplí con amor, hasta este momento, mis deberes en la casa, con mi país,  y compartí con ustedes también mis alegrías y tristezas. De todos modos, pido que me disculpen el distanciamiento de Calle Siete, mi rincón preferido, y les aseguro que, no puedo,  de ninguna manera, vivir sin ustedes, mis amigos. Si no estamos cerca, estamos incompletos.¡No nos separaremos nunca!
Ustedes, Bayamo, la provincia de Granma y mi familia son mi razón para sentirme fuerte y renovada. En el año 59 de la Revolución, igualmente lloraremos y reiremos juntos; empero les deseo que sean felices.

martes, 13 de diciembre de 2016

Bayamo llora de pie



He leído y releído esta crónica del colega Martín Corona Jerez y siempre me estremece, ahora  Calle Siete somete a juicio público esta clase de historia que me hubiera gustado escribir.
A las 8:00 de la noche del 2 de diciembre de 2016 llega el cortejo fúnebre con las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, al centro histórico de esta ciudad, la más cubana de Cuba.
No se ven estrellas en el cielo, es suave la brisa y levemente mueve a miles de banderas cubanas de todos los tamaños.
Recibe a la caravana una multitud triste y enardecida, en la capital de Granma, exactamente 60 años después del desembarco de los expedicionarios, liderados por Fidel, del yate que da nombre al territorio.
Entra a uno de los rincones más cálidos del corazón de la Patria, por el espacio que une a las plazas del Himno Nacional y de la Revolución.
Le da la vuelta a esta última, y miles de hombres, mujeres, jóvenes y niños cantan el Himno, agitan banderas, levantan pancartas, saludan marcialmente, dejan correr lágrimas, hacen fotos, dan vivas al héroe y gritan ¡Yo soy Fidel!
Dar la vuelta significa apreciar la plaza que los mambises denominaron de la Revolución, cuatro palmas, largos bancos de granito, un busto de Perucho Figueredo, y una estatua de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria.
El cortejo pasa cerca, muy cerca, de los espacios donde nacieron Céspedes, Figueredo, Francisco Vicente Aguilera, Donato Mármol, Manuel Muñoz y otros fundadores de la dignidad cubana.
Cerca, muy cerca, de donde el pueblo estrenó el Himno Nacional, un dominicano firmó el acta primera de triunfo para las armas cubanas, Céspedes decretó la abolición de la esclavitud, y centenares de patriotas quemaron sus casas, para seguir la guerra en bosques y montañas.
Cruza ante el balcón desde el cual Fidel habló a los bayameses, el 2 de enero de 1959, cuando encabezaba la Caravana de la Libertad.
Bajo ese balcón, la legendaria Banda municipal de Conciertos de Bayamo interpreta el Himno Nacional, como hicieron los fundadores de la agrupación en 1868, cuando acompañaban a Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria.
También ofrece la Marcha del 26 de Julio, como en 1959, al recibir -aquí­ a Fidel y La Caravana de la Libertad.
Continúa su marcha el cortejo y pasa frente a los sitios donde vieron la luz Juan Clemente Zenea, José Fornaris, José María Izaguirre y Manuel del Socorro Rodríguez, y por delante del Retablo de los Héroes, representativo de la generación de 1868.
Se detiene, para esperar al nuevo día, en el Parque-museo Ñico López, que ocupa el área del cuartel Carlos Manuel de Céspedes, atacado el 26 de julio de 1953, simultáneamente con el Moncada, de Santiago de Cuba.
A Bayamo, ha llegado por la Carretera Central y andado tramos de las calles Perucho Figueredo, Juan Clemente Zenea, Francisco Vicente Aguilera, José Joaquín Palma, Libertad, Canducha Figueredo, Calixto García, Francisco Maceo Osorio, José Martí, Augusto Márquez y Abighaíl González.
Llora un pueblo, se estremece una nación, canta lento el corazón de Cuba y veo en el cielo, porque no caben en la tierra, gigantografías que acompañarán al Comandante en la eternidad:
¡Fidel, Cuba te llora!
¡Fidel, Granma te ama!
¡Fidel, Bayamo te adora!
¡Fidel, Manzanillo te abraza!
¡Fidel, La Demajagua te alumbra!
¡Fidel, Dos Ríos te reza!
¡Fidel, Las Coloradas te arrulla!
¡Fidel, Cinco Palmas te besa!
¡Fidel, el Cauto te espera!
¡Fidel, La Plata es tu casa!
¡Fidel, la Sierra Maestra te canta!

martes, 6 de diciembre de 2016

Cabalgando con Fidel



Por estos días esta canción  del bayamés Raúl Torres, que resume el sentimiento que nos sobrecoge aún por la muerte de Fidel,  se escucha en toda Cuba.
La foto fue tomada en la vigilia realizada en la Plaza de la Patria, en la capital de la provincia de Granma, el día 2.
Calle Siete aquí te la deja.



Letra: Raúl Torres
Cantantes: Eduardo Sosa, Luna Manzanares y Annie Garcés.





Dicen que en la Plaza en estos días
se les ha visto cabalgar a Camilo y a Martí
y delante de la caravana, lentamente sin jinete,
un caballo para ti.

Vuelven las heridas que no sanan
de los hombres y mujeres
que no te dejaremos ir.

Hoy el corazón nos late afuera
y tu pueblo aunque le duela
no te quiere despedir

Hombre, los agradecidos te acompañan
cómo anhelaremos tus hazañas
ni la muerte cree que se apoderó de ti.
Hombre, aprendimos a saberte eterno
así como Olofi, Jesucristo

No hay un solo altar sin una luz por ti.
Hoy no quiero decirte Comandante,
ni barbudo, ni gigante
todo lo que sé de ti.

Hoy quiero gritarte, Padre mío,
no te sueltes de mi mano,
aún no sé andar bien sin ti.

Dicen que en la Plaza esta mañana
Ya no caben más corceles llegando
de otro confín.

Una multitud desesperada
de héroes de espaldas aladas
que se han dado cita aquí
y delante de la caravana
lentamente sin jinete
un caballo para ti.

sábado, 3 de diciembre de 2016

#YosoyFidel

Desde horas tempranas de este 2 de Diciembre el pueblo de Bayamo, capital de la provincia cubana de Granma, esperó al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a ambos lados de la vía, desde el municipio de Cauto Cristo.
Calle Siete estaba en la calle Zenea, donde se cantó el Himno Nacional, se dio vivas al eterno guerrillero y se escuchó clara y fuerte la consigna Yo soy Fidel. 
Aquí les dejo algunas muestras de lo que fue el homenaje también en el Parque-museo Ñico López, desde donde partió hacia Santiago de Cuba en horas de la mañana de hoy.




















viernes, 2 de diciembre de 2016

Fidel vuelve a Bayamo



Ahora mismo hay sol bueno, después de que la lluvia  quiso ajustar con su expresión en esta tierra el lamento de otoño desolado  este  25 de noviembre. Aquella noche creí que me había quedado dormida o que era un personaje de ciencia ficción, hasta que la connotación de la noticia me llevaba a respirar la cruel realidad y la tristeza abrió sus brazos.
El impacto resultó tan desgarrador me introdujo como en un espacio en el que  el dolor, la angustia y  la impotencia estuvieran prohibidos. Todavía levito ahí.
No soy la única. Siempre pensé que Fidel era eterno, ahora que está insoportablemente ausente lo reencuentro en cada obra de amor de la provincia de Granma, en los proyectos que creó, en la esperanza de los pueblos, de las personas humildes que no tienen nada que perder y esperan, al menos, una mirada de sus gobernantes; en cada esquina de mi ciudad natal, en la historia, desde la altura de sus 90 años...
Después de recorrer los cientos de kilómetros que nos separan de La Habana, hoy, por la ruta de la Caravana de la Libertad, en horas de la tarde-noche vuelve a Bayamo en una urna de cristal que resguardan sus cenizas, cobijadas con fibras de cedro y la Bandera de la estrella solitaria.
Vuelve a esta tierra granmense a los 60 años de haber desembarcado - 82 hombres- por Los Cayuelos, a dos kilómetros de playa Las Coloradas, en el municipio de Niquero en aquel barco de sueños y esperanzas: el yate Granma
Anda en un viaje hacia el futuro,  que lo llevará por la primera Plaza de la Revolución de la Isla, pasará por la Casa natal de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, y de ahí en el Parque-museo Ñico López, antiguo cuartel de la Guardia Rural, atacado por la Generación del Centenario en 1953. Al amanecer seguirá rumbo hacia  el cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
Quién no conoce que es un hombre magnífico, de una exquisita sensibilidad, romántico y puede, quién, en estos nueve días de duelo nacional no se ha tragado el sonido de su llanto. Quizá alguien no llore, no lo comente ni lo demuestre; yo sé que a Cuba le duele, lo siente, le importa. También a mis, vecinos de Calle Siete.