jueves, 22 de noviembre de 2018

Mi padre y la farmacia



Hoy, que también es el Día del farmacéutico cubano, como homenaje al nacimiento Antonio Guiteras Holmes, quien en 1927 se graduó de Doctor en Farmacia en la Universidad de La Habana,  promocionó el desarrollo de la farmacia y fue miembro del Directorio Revolucionario. Lo asesinaron en 1935, en El Morrillo, Matanzas; cumple otro año más mi padre.
Como no es un momento para hablar de la escasez de medicamentos ni de vulnerabilidades en ese sector del Ministerio de Salud Pública, deseo felicitar a profesionales del ramo como Mirta y Sonia Borges y Elianne Blanco a quienes respeto por su atención a las necesidades de la gente  y sus recomendaciones a la medicina Popular Tradicional, no solo desde Bayamo, municipio capital de la suroriental provincia de Granma.
Mientras mi padre habla de los amores de la familia relacionados con la farmacia  me ha confesado que Elianne, descendiente de su hijo Orlando que ya no está en nuestra dimensión del universo,  es su doctora, y se refiere a los aromas de la herbolaria en Cuba convertida en alivio para el catarro, la indigestión, analgésicos, sedantes, afrodisíacos y los antiguos efluvios que parecen brotar de la albahaca, el tilo, azahar, menta, eucalipto y la muralla. 
Calle Siete reconoce que aun cuando  su memoria le devuelve todos esos  olores mientras se detiene en la humildad de los anaqueles y el quehacer de los trabajadores farmacéuticos, papá, quien celebras sus 85 años de edad, detesta ingerir medicamentos.