domingo, 30 de diciembre de 2018

El vuelo de mi mariposa



Lianet Medina Rondón acaba de cumplir tres años de edad y ha despuntado como una criatura que reinventa historias. Eso lo ha saboreado Calle Siete, una de las vías de Bayamo, capital de la provincia de Granma, como lo mejor del mundo. A veces, uno puede ver su felicidad cuando transgrede las normas de la disciplina y retoza con los colores que gravitan en sus pupilas.
Esta niña puede acelerar los latidos del corazón de cualquiera y conmoverlo, así es. Ella entiende lo que somos,  lo que sentimos y suele comunicarse excelentemente si la persona con la que se encuentra está segura de sí misma.
Cuando me mira, siento que sus ojos están llenos de ternura, y resulta fácil dibujar su sonrisa, yo la dibujo en mis pensamientos como un manantial de agua fresca que llega directo al mar; los dos fluyen mientras los reconozco, los distingo, sobre todo al verlos; pero cuesta trabajo describirlos.
Vuela alto Lia, mi mariposa, y estoy segura de que cualquier adulto se estremece igual por el más pequeño de su casa, dentro o fuera de Cuba.



viernes, 28 de diciembre de 2018

Poses de Lia



Sé que los niños juegan como viven y jugando aprenden a vivir porque observan, tocan, huelen, saborean, exploran, sienten, descubren … se instruyen; mientras nos enseñan con sus acciones y emociones.
Lo experimento con Lianet Medina Rondón,  una niña muy sensible, amante de los animales y las flores, que habita en Calle Siete, en Bayamo, municipio capital de la provincia de Granma, y todos miran cuando la ven pasar, porque, entre otras cosas, exige que se le trate con delicadeza.
Aquí les dejo algunas de las  poses de Lia, la niña de Cuba que sabe lo que quiere, lo expresa y siente su crecimiento. ¡Cuidado con sus sueños!













martes, 4 de diciembre de 2018

Lisandra participó en el Mais Médicos

Detrás de la mirada que busca la niña en los ojos de su madre: Lisandra Rondón Blanco, una de los doctores de Bayamo, capital de la provincia de Granma, y específicamente de Calle, que participaron en el programa Mais Médicos, en Brasil, hay muchas historias.
Para comprenderlo se formó en mi mente como un rompecabeza, lo que me contaba Lisy de lo que le llegaba de las elecciones en el Gigante suramericano, las declaraciones del presidente electo Jair Bolsonaro; después, la Declaración del Ministerio de Salud Pública de Cuba de continuar en aquel país hasta que fui uniendo cada una de las piezas.
Lo cierto es que cada final es un nuevo comienzo, incluso cuando ese final puede parecer oscuro. Siempre habrá una semilla para que la vida siga, incluso cuando suceden acontecimientos como estos en los que más pierden son los más humildes y necesitados de este mundo.
Hoy en el Comité de Defensa de la Revolución de la zona 170,  cuando todavía está calentico el Día de la Medicina Latinoamericana, que se celebra cada 3 de Diciembre, decidió hacer un pequeño encuentro para rememorar el humanismo, el prestigio y la calidad de los profesionales de la salud en cualquier rincón de la tierra.
Lamentablemente esa situación les cambió la vida a los brasileños que no habían sentido la mano de un médico o el estetoscopio de un especialista escuchando sus corazones.