domingo, 1 de mayo de 2011

Primero de Mayo

Históricamente hablando, el Primero de Mayo  se ha convertido para muchos países en una  jornada  en la que los trabajadores exigen mejores condiciones para desempeñarse, retribución, respeto y amparo social; y es el día en el que se les rinde homenaje a los Mártires de Chicago.
A propósito de la ejecución  de Samuel Fielden, Oscar Neebe, Albert Parsons, August Vincent Theodore Spies, Louis Lingg, Michael Schwab, Georg Engel, Adolf Fischer dijo José Martí, el más universal de los cubanos: 
"...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como las túnicas de los catecúmenos  cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hileras de sillas delante del cadalso como en un teatro ... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el de Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora. 
"Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuerpos caen y se balancean en una danza espantable..."
Un amigo argentino de las redes sociales de comunicación, que vive en Buenos Aires comentó: "Pienso en los héroes de Chicago...", a lo que respondí: "Para rendirles honor voy al desfile mañana. Viva el Día de los trabajadores!!!!!
Pero las palabras tuvieron eco en Norma Raquel Rodríguez Borges, de Montevideo, Uruguay: "Sí, vivan los trabajadores y que nos aumenten el sueldo y los patrones no sean solo los que se llenen los bolsillos. Feliz día amigos.
Por su parte Esmeralda De Abreu Silva, de Brasil, añadió: "Deus criou-nos irmãos mas deu-nos bolsos separados." provérbio turco (Dios nos ha creado hermanos, pero nos ha dado bolsillos separados).
Cuánto contraste!!!!
En tanto  José Alberto Tamayo Díaz, El Ruiseñor, lamentó mucho no haber estado en la bayamesa Plaza de Patria. Mis vecinos de Calle Siete y yo desfilamos bien temprano y después  celebré también los 82 años de mi mamá. Cómo no voy a estar feliz.