jueves, 1 de julio de 2010

Alina

En la historia de la curiosidad humana hay que contar la mía por un lugar de leyendas: la República Democrática Popular de Argelia, ubicada al norte de África, que se convirtió en importante mediador en la guerra entre Irán e Iraq, y uno de los artífices en la creación de la Unión del Magreb Árabe para promover la cooperación político-económica entre Túnez, Marruecos, Libia y Mauritania.

Pero más allá de los mitos le ha sido imposible a Calle Siete dejar de impresionarse con los comentarios de Alina Vázquez Estrada, una hija de Bayamo, especialista en Neonatología que cumple misión internacionalista como parte de la Brigada médica Vilma Espín Guillois, en la provincia o wilaya de Djelfa.

Testigo de los acontecimientos es Alina quien habla, quien me cuenta del clima seco, árido en verano y frío en invierno; de Raulito y Ernesto, los hijos que dejó al cuidado de su esposo; de cómo tiene que protegerse de las doradas arenas del Desierto de Sahara, y cómo desde que Cuba abrió su corazón a este país, en 1963, se ha reducido significativamente la mortalidad materna e infantil.

Así, sin dejar a un lado la nostalgia que la separa de los suyos, y desde los 26 años por las arterias de la Medicina, Alina acelera, junto a sus colegas, los latidos de una mágica amistad.

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