jueves, 14 de julio de 2016

Trabajo voluntario



Cuando comenté  en un círculo de amigos que asistiría en un trabajo voluntario muchos abrieron la boca admirados y otros dejaron escapar: eso ya no se usa!, pero, aunque no significaba participar en una situación extrema decidí destinar la sesión de una mañana de julio a la bayamesa Casa de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) en la provincia de Granma.  

A fin de cuentas no se trataba de olvidarme de mi familia ni  de mis compromisos habituales, sino la motivación de aportar mi ayuda desinteresada en una actividad de interés social convocada por la Upec, organización a la que estoy afiliada, para adelantar las acciones de limpieza y embellecimiento para el verano.

Entonces recordé al Ernesto Guevara de la Serna, Che, quien el 22 de noviembre de 1959 realizó su primera jornada voluntaria en la construcción de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, junto al Comandante Manuel Piti Fajardo y Walfrido La O Estrada en unión de los trabajadores del calzado, combatientes del Ejército Rebelde y habitantes del actual municipio de Bartolomé Masó, Sierra Maestra.

Lo cierto es que aquel espíritu mágico de El Caney de Las Mercedes estuvo en la Casa de la Prensa, convocado sin la pasión de hace más de 50 años, no obstante la comprensión colectiva sobre el valor de hacer coincidir a colegas de la CNC-TVGranma, Radio Bayamo, el periódico La Demajagua y los medios nacionales de comunicación.

Ahora no tiene ninguna lógica comparar esta convocatoria con otras épocas en Cuba, porque son tiempos diferentes, con cambios, transformaciones e innegablemente influyen en el modo de actuar y pensar de la sociedad; empero Calle Siete fue testigo de la respuesta y de la necesidad de contar con una casa mejor y lista para ser visitada en la etapa estival. 
Si no lo cree pregúntele a  Eugenio Pérez Almarales o a Ibrahín Sánchez Carrillo.










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