viernes, 13 de agosto de 2010

Fidel

Hasta dónde nos alcanzan el amor y la ternura en una Isla mestiza, de ensueños y utopías? Llego a la casa después de la intensidad de la jornada laboral y encuentro la respuesta en el rostro de mi hijo a través del espejo de la habitación, y no debo ni quiero dejar de pensar en usted.
Ya sé que Cuba toda palpita en su cotidianidad porque hoy es 13 de agosto y no puedo apartar de mi mente que en 1926, hace 84 primaveras, nació en Birán, provincia de Holguín, alguien que no solo impacta por su entrega -y que conmueve aun a los más duros de corazón- sino a un hombre pendiente de la espiritualidad de los demás hombres.
Sí, también conozco que en estos tiempos la vida en el planeta Tierra puede tener un final predecible, quizás impredecible; pero igual, vamos juntos por este mundo moldeando los días como buenos artesanos. Lo admiro y lo conozco.
Es 13 de agosto y aquí está Fidel Castro Ruz, inmenso, presente en cuanto tormenta política o social amenaza la paz ora alertando, ora enseñando: símbolo y síntesis de lo mejor y más auténtico de un pueblo al cual aspira cultivar con cada palabra, cada frase, cada imagen, cada Reflexión ... mientras Granma, Bayamo, Calle Siete, Daniel y yo nos cobijamos bajo su sombra.

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