El rutinario cierre de ojos para imaginarme lo que sería el Periodismo que necesitamos trajo hasta mi sensibilidad la realidad que los trabajadores de la editora La Demajagua estamos viviendo ahora.
En la bayamesa sede saludamos al 2014 con muchas ideas renovadoras y estrategias; pero el auténtico cambio llegó durante el año precedente, cuando el 2013 empezó a reafirmarse como una lección del modo en el que pretendemos seguir escribiendo y perfeccionando nuestra labor.
Tal vez porque en la investigación de los diferentes temas se encontró las causas y los argumentos para caminar junto al lector, o, quizás, porque la vida de los habitantes de la provincia cubana de Granma se escribe prácticamente sola.
Aunque a alguien le parezca raro, entre los artículos, comentarios, reportajes, crónicas y otros trabajos de diferentes géneros periodísticos y sus profesionales existe una especie de lugar donde dos extraños pueden encontrarse en condiciones de absoluta intimidad; sin importar la escasez de materiales ni la falta de transporte, ni las incomprensiones de quienes no entienden la trascendencia de que el pueblo esté bien informado.
Si no, ?cómo dialogar con personas que nunca has visto, con gente que no conoces para facilitar y mejorar su calidad de vida: hacer un periodismo de verdad, reflexivo, que promueva pensamientos desde una visión multidisciplinaria, motive cambios; con conceptos claros y que en sí mismos definen la mejor manera de razonar y actuar?
Calle Siete entiende que el Periodismo es una profesión increíble y arriesgada. Yo estoy consciente de que merece admiración y respeto.
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