Los
cuentos de hadas existen desde que no había
aparecido el tiempo, la enfermedad, el frío ni el dolor. Yo conozco a uno de esos
diminutos seres con alas de mariposa que ha hechizado a la familia, se llama
Lianet Medina Rondón, tiene dos años y siete meses y vive en Calle Siete, un
lugar especialísimo de Bayamo, el municipio capital de la provincia de Granma, ubicada en el
sur oriente de Cuba.
Un
simple aleteo suyo alegra nuestros corazones; empero, su mayor don consiste en encantar a todos con su
lenguaje, más de las 50 palabras que le corresponden por su edad provocan las
incontables miradas de reojo entre los mayores y la sonrisa que suele aparecer cuando
hay un duendecillo de esa naturaleza en la casa.
Su
color favorito es el amarillo, sabe cuál es el momento ideal para quitarle la
contraseña al celular de Lisandra, su mami especialista en Medicina General Integral, que presta servicios de salud en
Brasil;
que el 14 de diciembre es su cumpleaños, que los juguetes están ahí
para compartirlos con los demás niños, ama a Copito y a Chocolate, dos
perros con los que se relaciona, y alimenta no solo a los pollos sino,
también, a otros
animales, como los del Parque Granma, el que visita con sus abuelos maternos: Ana
Luisa Blanco y Humberto Rondón.
Lia
exige que la miren cuando habla, es muy creativa mientras juega, conoce los
colores, cuenta, compara y da muestras de una fértil imaginación que vuela
hasta las nubes. Sé que siempre será atendida, querida, escuchada… porque no hay nada mejor para el
desarrollo e, incluso, para el futuro de los pequeños que dedicarles tiempo de
calidad y amor.
Mi tia linda gracias por sacar hoy de mi las más sentidas lagrimas de toda mi vida, algunas por estar tan lejos de tan increible criatura, otras por saber expresar con palabras lo que ella es para mi y no poder expresarlo de tan bonita forma. las amo mucho
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