Mostrando entradas con la etiqueta medio ambiente. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta medio ambiente. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de abril de 2015

Día mundial de la Tierra

Cuando muchos países celebran hoy el Día mundial de la Tierra se me ha puesto entre ceja y ceja pensar en valores económicos, productividad, clima, fertilidad, calidad del suelo, recursos hídricos, biodiversidad, superpoblación y también en ese espacio físico que habitamos y llamamos planeta.
Pero cómo mantenernos en  "tierra firme" si es constante el aumento de  la contaminación del medio ambiente y por consecuente el cambio climático, que afecta no solo a la naturaleza y a los animales sino a diversas comunidades.
La Tierra es nuestra madre, nuestro hogar y nuestro refugio. Ella da y quita con suficiencia, pero no para la voracidad de los consumidores, como afirmó el abogado, político y pensador de los siglos XIX y XX, considerado una de las personalidades más relevantes de la India: Mahatma Gandhi.
Así como lo han expresado diversas culturas a lo largo de la historia, demostrando la interdependencia entre sus ecosistemas y los seres vivos; no podremos construir un mundo mejor si no marcamos este 22 de abril como punto de partida para un compromiso verdaderamente consciente sobre la necesidad de invitar a la reflexión y promover iniciativas en favor de la protección del medio ambiente, además de la reducción de los niveles de con taminación.
En Bayamo, capital de la suroriental provincia cubana de Granma, tenemos la posibilidad de actuar de modo sostenible y resulta una constante la denuncia a problemas que afectan la limpieza de sus calles, parecería una simple acción; sin embargo cualquier decisión puede desembocar en una real solución para que nuestro planeta respire mejor, y también su gente.
Mientras tanto Calle Siete recuerda una frase de Rabindranath Tagore: Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos.

sábado, 28 de marzo de 2015

Hora del Planeta

Este sábado, países como Colombia, Chile, Perú, Francia, celebran la novena edición de la Hora del Planeta, liderada por el Fondo Mundial de la Naturaleza mediante determinadas acciones que movilizan a individuos, empresas, organismos y organizaciones para crear conciencia sobre la necesidad de cuidar nuestro hábitat.
Teniendo en cuenta que muchas personas en el mundo se inspiran de diferentes modos para controlar el cambio climático para evitar no solo los desastres ecológicos, sino también ambientales y sociales, quiero reconocer a periodistas de la suroriental provincia de Granma que obtuvieron premios en el concurso de Periodismo de opinión Dania Casalí Ramírez.
Estos profesionales de la palabra creen en que es posible aumentar los niveles de eficiencia, en el desarrollo sostenible porque se respeta al medio ambiente y escribir una nueva historia para las generaciones futuras.
En Bayamo, Marisela Presa Sagué, la presidenta del jurado, junto a los colegas Raciel Pérez Martínez, Lino Valerino Cámbar, Pedro Mora Estrada y Gloria Guerrero pereda destacó las obras y los autores participantes, pero yo quiero resaltar el reportaje de  Dilbert Reyes Rodríguez.
Me refiero Criar cocodrilos, ¿en lagunas económicas? atendiendo  al análisis pormenorizado, la exposición sobria y abarcadora, los valores técnicos y éticos, el manejo correcto de opiniones y la trascendencia socioeconómica del tema, además de la adopción de medidas para erradicar el problema.
En Calle Siete muchos quieren involucrarse con diferentes actividades para lograr un auténtico cambio en el mundo, reaccionar con una óptica diferente ante una iniciativa que comenzó en Australia y presupone un compromiso ante las consecuencias del cambio climático.
Así que esta noche, a las 8:30 p.m., hora de Cuba, yo formaré  parte de esos millones de personas que buscan generar conciencia frente a los fenómenos del cambio climático y a la Hora del Planeta de este día 28 de marzo voy a apagar las luces de mi casa durante 60 minutos.


sábado, 18 de enero de 2014

El jardín de Ana Luisa

Cuando los días en Bayamo me despiertan con lluvia me gusta refugiarme en el hermoso jardín -bajo techo- de Ana Luisa, mi hermana que vive en los altos de la casa. Tiene unas manos divinas, como dice mi mamá, para sembrar, transplantar y cuidar de las plantas; pero lo que más me asombra es la comprensión y la conciencia adquirida  sobre los problemas del medio ambiente en la actualidad.
"Me llenan de alegría,  le dan calidez al hogar, causan un efecto ornamental que me enamora, siento la necesidad de verlas florecer,  sobre todo las orquídeas, además de que puedo contribuir con mi jardín a la reducción de la carga contaminante". Me ha confesado y he visto el brillo de sus ojos verdes.  
"Mira, me comenta feliz, las plantas de colores claros provocan una sensación óptica de mayor  espacio porque reflejan más la luz;  psicológicamente hasta de lejanía que también se logra con las plantas de hojas pequeñitas, y un efecto visual estético muy rico y variado.
Calle Siete está consciente de que no es el único jardín interior de Cuba, empero, a veces la ve como una paisajista, porque combina armónicamente materiales naturales y/o artificiales de modo tan sabio que le dan a su casa un toque de belleza inigualable. No hay una sola `pieza de su vivienda sin una mata: en las esquinas, la mesa del comedor, la sala ...
No recuerdo cómo llegó a su vida la primera planta; pero siento que desde ese espacio bien aprovechado, mi hermana Ana defiende la sonrisa, la vida y la tierra que pisa.